"Es un viaje en parte improvisado y en parte no. Tenemos una ruta por la que más o menos sabemos que vamos a ir, pero nunca sabemos a donde nos va a llevar". Así se expresa Eva Seoane cuando se le pregunta por el peregrinaje que va a llevar a cabo con su pareja, Javier González, durante más de un año, tras abandonar sus trabajos estables en A Coruña -ella es abogada y él, programador informático-.

"Nuestros amigos nos dicen que si estamos locos, que qué nos pasa", asegura una chica decidida con lo que va a hacer. Tan solo dispondrán de veinte euros diarios, una cantidad que, según la pareja, es más que suficiente para lo que quieren, conocer a gente y su modo de vivir. "Queremos demostrar que no es necesario tener mucho dinero para poder ir a donde quieres".

Para lograrlo, usarán el antiquísimo método del trueque. "Lo que vamos a intentar para ir de China a Japón es hacer dedo en el puerto. Si nos dejan limpiar la cubierta o los platos, o cualquier cosa, podrían llevarnos. A nosotros nos costaría mucho dinero un billete de avión, pero a ellos no les cuesta nada mantenernos ahí", explican.

Javier González asegura que "el plan inicial era quedarse un año en algún país de habla inglesa para poder mejorar el inglés y estar trabajando". Una idea que, con el tiempo, fue tomando forma y acabó siendo lo que hoy se conoce como "sigue mi rastro", nombre que han dado a la página web en la que piensan plasmar cada una de sus hazañas a lo largo del planeta.

India, Tailandia, Camboya, Canadá y Argentina son solo algunos de los muchos destinos que la joven pareja pretende visitar si los medios se lo permiten. Eva Seoane cita el factor climatológico como el principal agresor a la hora de un posible aborto de la aventura. "Si entras en Asia y de repente empieza un monzón, no hay nada que puedas hacer". Increíblemente, el dinero no termina por ser un elemento limitante.

La base de todo está en la interacción social. Las personas se ayudan de forma mutua para alcanzar sus diferentes objetivos. "Es una buena forma de conocer a gente de diferentes lugares y aprender su cultura, hablando con ellos y comprendiéndoles", ratifica la joven. Ahí radica la principal diferencia entre los viajes que se suelen hacer y el que Eva y Javier pretenden llevar a cabo.

El 1 de noviembre es la fecha escogida para partir. Con un billete a Nepal iniciarán un viaje con el que quieren que las personas "se animen a conocer lo que realmente quieren. La gente hoy en día no concibe nada si no es con una agencia de viajes y se están perdiendo muchas cosas que nunca descubrirán si no lo intentan ellos mismos".