-Abren las fiestas de María Pita, que tendrán un concierto por día. ¿Impone ser los primeros?

-Para nosotros es un honor inaugurar las fiestas y agradecemos que nos hayan escogido para el primer día de conciertos. Siempre que hemos ido a A Coruña nos han tratado genial y ha habido un gran ambiente, así que encantados. Además, que haya un mes de conciertos significa que se apuesta por la música y eso tiene mucho mérito.

-¿Qué queda de La Oreja de Van Gogh que llenaba el Coliseum a principios de la década de 2000?

-Creo que queda mucho. La manera de trabajar y la esencia del grupo sigue siendo la misma y, aunque hayan cambiado algunas cosas -la cantante, evidentemente-, creo que la experiencia de aprender cada día de nuestros errores y de pasárnoslo bien tocando juntos es la de siempre.

-¿Costó que Leire se adaptase a esta filosofía de grupo? -La verdad es que no. Gran parte de nuestra decisión de escoger a Leire tenía que ver con que ella comprendía perfectamente lo que es estar en un grupo, que tenía experiencia con otras bandas y que sabe lo que es compartir los buenos y malos días en un grupo. Se convirtió pronto en una más.

-Con la marcha de Amaia, ¿llegaron a pensar que no saldrían de ese bache?

-Sí, claro, fue un susto y, aunque teníamos claro que queríamos seguir, contábamos con que no fuera lo mismo y pensábamos que incluso estaríamos a otro nivel. No teníamos claro si la apuesta nos saldría bien o mal, pero hemos tenido mucha suerte y podemos seguir emocionando a mucha gente con nuestras canciones, porque nuestros seguidores se tomaron muy bien el cambio de cantante. Al final, se trata de que una canción te llegue, y no de fijarse en quién la canta.

-¿Les sorprende ver que sus canciones gustan a un público de edades variadas?

-Nos encanta, porque nosotros componemos sobre cosas que importan a la gente de nuestra edad, principalmente, y no pensábamos que llegaríamos a tanta gente. Está genial que un adolescente o alguien más joven que nosotros se identifique con los temas, significa que transmitimos.

-¿Les ha afectado la crisis?

-Muchísimo, la gente no puede permitirse ir a conciertos o comprar un disco y hay que bajar precios, pero somos unos privilegiados.