Para la portuguesa Raquel Rocha, el secreto de su arte está en usar el dibujo en su esplendor para que la expresión artística llegue a su nivel más alto. Así lo muestra en Linguaxe universal, que puede visitarse en la galería Arte Imagen, dirigida por Beatriz Pardo. Su estilo se basa en un dibujo "meticuloso fruto de la memoria visual" siempre con el erotismo como telón de fondo.

Los dibujos de Rocha están compuestos por "imágenes que viajan por las neuronas y causan placer cuando se decodifican". Ese "placer estético" lo consigue a través de la representación de "una sexualidad ardiente" en un dibujo lineal "entregado al exhibicionismo". "El erotismo es una especie de trampa para aquellos que insisten en cubrir sus ojos", señala la artista para explicar la esencia de su arte.

En este campo -indica- los colores cobran importancia porque cada uno tiene un sentido simbólico. Utiliza mucho el negro para representar el pecado y de forma esporádica el rojo como contraste y porque es el color del amor y la excitación. Considera que el arte erótico ha contribuido a la comprensión del arte en general y aclara que es un tema que puede mostrarse como cualquier otro "de forma agradable" a pesar de que aún continúe la idea de pecado. Por eso su objetivo es que desaparezcan los tabúes porque cree que las personas más receptivas con el erotismo y el sexo son más sanos mentalmente.

La mayoría de las piezas expuestas en Arte Imagen tienen que ver con el sexo en grupo, un tema que domina sus colecciones debido a atractivo erótico al ofrecer algo que todo el mundo cree que está prohibido. Se aprovecha de eso para ofrecer al receptor un mundo de fantasía y les presenta una muestra que califica como terapéutica para las personas que han tenido fantasías inaceptables y que cuando ven arte erótico se sienten "menos aislados".

Su interés por este tipo de arte nació al estudiar las primeras representaciones sexuales de la cultura occidental. Los orígenes artísticos de la portuguesa se remontan a las primeras representaciones sexuales de la cultura occidental a través de dibujos eróticos del siglo IV y V presente en tarros y copas griegas, antorchas romanas y piezas de plata además de murales y azulejos que decoraban las casas y que mostraban este tipo de escenas con ironía.

Las pinturas de Rocha también recogen influencias del arte erótico indio, con énfasis en las posiciones vinculadas con el yoga. Le fascina cómo los artistas del arte indio se expresan y pasión intensa. Y de cómo trata este tema el arte chino le gusta la interpretación sensible y romántica de los chinos sobre las relaciones sexuales. La colección se inauguró el sábado con un acto en el que participaron el periodista Roberto Moskowich y el músico Xosé Taboada.