La Orquesta Joven de la Sinfónica de Galicia (OSG) estrena temporada con un homenaje a Richard Wagner en el año que se dedica al compositor alemán. Los músicos gallegos del futuro inician hoy nuevo curso con un concierto en el Palacio de la Ópera a las 20.30 horas. La intención de la formación es continuar con la labor pedagógica del centenar de jóvenes que cursan sus estudios musicales con la Sinfónica e introducirlos en lo que les espera en su futuro profesional a través de citas como la de esta tarde.

Los asistentes al Palacio de la Ópera disfrutarán del talento del joven conjunto orquestal a la hora de interpretar piezas como El cazador furtivo de Carl Maria von Weber, el Concierto para trompa y orquesta de Reinhold Glière y, como broche final, dos composiciones de Wagner: el preludio y la muerte de amor de Tristán e Isolda y la obertura de Los maestros cantores de Nuremberg. Antonio Lagares - antiguo alumno de la Orquesta Joven- está completando su formación con un máster en Suiza y volverá a casa para esta actuación en la que participará como solista. "La carrera de este artista de Betanzos ha estado siempre ligada con A Coruña y nos mostrará lo que ha aprendido en Suiza", explica el director académico de la banda, Alejandro Sanz Redondo, quien destaca que de esta forma los alumnos tienen la oportunidad de conocer un ejemplo de hasta donde se puede llegar con "un trabajo serio y bien hecho".

El curso empieza fuerte este año en la Sinfónica y la semana que viene 34 alumnos del total de 120 de la organización han sido seleccionados para tocar con la Orquesta Grande de la OSG. "A nivel profesional supone una buena experiencia para conocer el trabajo real y que les sirva de motivación para seguir estudiando", señala Sanz Redondo.

Será el primer encuentro de los tres anuales que lleva a cabo la Orquesta Joven. Para el mes de abril está programado el siguiente bajo la batuta de Diego García y en verano, como ya es tradicional, el concierto en la plaza de María Pita a cargo del director artístico del grupo, Pietro Rizzo. Este año tendrán además un hueco en el Festival Mozart.

El reto de la formación para este 2013 es mantener el nivel de los últimos años en los que -afirma Alejandro Sanz- han salido generaciones de músicos "de lujo" y además se ha crecido mucho en la calidad de la enseñanza, lo que en su opinión permite crear proyectos más "exigentes". Su trabajo es conocido en todo el ámbito nacional y por eso jóvenes de otras ciudades como Madrid, Sevilla o Tenerife ya forman parte de la Sinfónica después de desplazarse por su cuenta para pasar las pruebas.