La sede coruñesa del Museo nacional de ciencia y tecnología (Muncyt) ha recibido hoy una pieza del primer supercomputador más grande de España, instalado en el Centro de supercomputación de Galicia (Cesga) en 1993.

El presidente de Cesga, Manuel Rey, y el director de ese organismo, Javier García Tobio, han entregado ese elemento al director del Muncyt, Ramón Nuñez Centella.

Se trata de un monoprocesador vectorial Fujitsu VP2400 del supercomputador de 1993, que era entonces el de mayor potencia instalado en España.

Esta potente máquina de cálculo, que llegó a ocupar el puesto 146 de entre las 500 más rápidas del mundo, era capaz de resolver 2.500 millones de operaciones por segundo.

Fue el primer supercomputador que la firma japonesa Fujitsu instaló en Europa y era capaz de operar con dos vectores de hasta 2.048 elementos en doble precisión, según los expertos.

Realizaba simultáneamente dos operaciones, multiplicación y suma, sobre dos datos a la vez, y la frecuencia de reloj era de 312,5 MHz y hacía ocho operaciones por ciclo.

La unidad central de este supercomputador estaba refrigerada por un circuito cerrado de agua y el sistema disponía de 512 megabites de memoria, 1 gigabite de memoria de estado sólido y 15 gigabites en disco.

La pieza es uno de los cuatro módulos del cuerpo de la computadora y se presenta sobre una placa de substrato vitrocerámico multicapa de altísima densidad), la primera en la que se empleó dicho substrato, en lugar de los hasta entonces convencionales de cerámica y aluminio.

El Fujistsu VP2400 estuvo instalado y operativo en el Cesga entre 1993 y 1998, y fue utilizado por investigadores de las universidades gallegas y del Consejo superior de investigaciones científicas.

Se empleó para desarrollar modelos y simulaciones en múltiples disciplinas y destacó su uso en temas relacionados con la química teórica (modelización y la dinámica molecular) o la dinámica de fluidos.

También fue utilizado por la industria en colaboración con grupos de investigación de entidades públicas.

Así, por ejemplo, la firma Endesa lo utilizó para simular el comportamiento y dispersión en la atmósfera del penacho de contaminantes de las chimeneas de sus centrales térmicas.