Quizás la inspiración mane de la luz de la faro romano más antiguo, pero los integrantes de la compañía teatral Noite Bohemia van camino de hacer historia en la dramaturgia local. El viernes 18 acudirán al teatro de Sagunto para competir en la final del VIII Concurso de Teatro Grecolatino, en el que participan por segunda vez tras resultar vencedores en 2011.

Una cláusula al ganador les había impedido hacerlo en la edición del año pasado, por lo que los artistas del IES Ramón Menéndez Pidal-Zalaeta regresan con mucha ilusión pero también sorprendidos. "Nos quedamos asombrados porque nos seleccionaron en comedia latina, que es a la que se presentan todos", confiesa el director del grupo Javier Fernández. En la anterior ocasión habían llegado a la final celebrada en Cuenca con la tragedia griega Electra, deslumbrando al jurado con su primera aparición en el certamen. La actuación de los coruñeses quedó por encima de los madrileños de Selene, poniendo fin a décadas de dominio en el festival.

Este año han abrazado el teatro romano interpretando el Plauto de Aulularia, conocida popularmente como La comedia de la olla. La agrupación había enviado la tragedia Ifigenia en Aulide, la comedia El Sorteo de Cásina y la obra que terminó siendo seleccionada. Con solo dos grupos en la final, el director bromea con que, "al menos", terminarán segundos.

Aunque el camino a Sagunto ha supuesto horas de trabajo. "Hay que ser lo más fieles posibles, tanto en el vestuario como en el guión", advierte Fernández, que calcula una media de 25 horas de ensayos a la semana. Desde Noite Bohemia lamenta que "apenas se sepa cómo se hacían las tragedias, solo quedan legajos de los libros", por lo que muchas de las obras han sido traducidas directamente del latín. La recompensa es viajar por toda la Península y pisar teatros históricos como el de Mérida o el propio de Sagunto, sumado al premio al ganador, que en la primera participación les permitió visitar Estambul.