Los vecinos de As Rañas abren sus ventanas al mundo para mirarlo y para ser mirados. El fotógrafo Gabriel Tizón, en colaboración con Arquitectos Sen Fronteiras, recogió las miradas de los residentes del poblado en una colección que se inaugura esta mañana en el propio asentamiento chabolista. "Es una propuesta cultural en la que ambas partes se benefician", reflexiona Tizón aludiendo a los habitantes del poblado y a los que viven fuera de él, vecinos de una misma ciudad.

El autor prosigue la línea expositiva de sus últimas obras, que colocó alrededor del estadio de Riazor, en la Subdelegación del Gobierno o debajo del mar con el drama de la inmigración como temática. En esta ocasión utiliza la cultura como excusa para que la gente se acerque a un poblado por primera vez y, al mismo tiempo, llevar la cultura a personas que no acostumbran visitar salas de exposición. Ahora sus hogares se convierten en el museo, con una colección que no tiene sentido fuera de su lugar. "El protagonismo lo tienen los vecinos", sostiene el fotógrafo.

Los residentes miran al objetivo apoyados en las repisas de sus ventanas, recordando al espectador una realidad no tan lejana. "A veces lo vemos a través de los medios, pero no está tan lejos, también son nuestros vecinos", lamenta Tizón.

La iniciativa trata de derribar barreras y sensibilizar a la sociedad, otorgando visibilidad a una parte de la población silenciada. El fotógrafo asegura que "muchas personas juzgan sin conocer", por lo que confía en que muchos logren acabar con estereotipos y clichés sobre la cultura gitana.

Los retratos de las familias serán expuestos indefinidamente en el mismo lugar donde fueron tomadas las imágenes. El futuro de la muestra depende de la disponibilidad de las familias, al ubicarse en una parcela privada, aunque Tizón reconoce que los vecinos están ilusionados con el proyecto.

Esta mañana nace la que, probablemente, será "la primera exposición que acoge un poblado", bromea el autor, que espera el momento de llegar a As Rañas y verlo todo empapelado con sus fotografías. Por primera vez, As Rañas se convierte en museo y sus habitantes en retratados, con la intención de aportar una convivencia "enriquecedora" al espectador.

Veciños de As Rañas pretende hacer que mediante la fotografía, anfitriones y visitantes descubren que son más las cosas que les unen que las que los diferencian. Una oportunidad con un doble beneficio social que permitirá descubrir que todos son vecinos del mismo lugar.