Una noche como cualquier otra, con una cena como pretexto para reunirse alrededor de una mesa y seguir insistiendo en la idea de matrimonio a cuatro. La función se ofrece al espectador bajo la clásica propuesta costumbrista, aunque todo se resquebraja en cuestión de segundos. La pareja Tomás y Bea rompe su relación y crea una tensión que perdurará a lo largo de los más de setenta minutos que dura esta Cena con amigos.

El teatro Colón abre las puertas este jueves por la noche, a las 20.30 horas, a la obra culmen del norteamericano Donald Margulies, merecedora del Premio Pulitzer de Teatro en el año 2000. "Es un texto brillante, una joya", coinciden las actrices May Pascual y Gloria López. Esta última interpreta a Bea, la voz causante de que la relación tan avenida entre estos dos matrimonios comienza a tambalearse.

"Creen que sus cimientos son estables, y de repente de derrumban", apunta la intérprete. La noticia introduce a un quinto protagonista en la pieza: el silencio. Daniel Veronese, Premio Max al Mejor Director Iberoamericano, "juega mucho con el silencio, que se sostiene gracias al ritmo teatral que le impone", destaca López. "Es un ritmo vital más que teatral", añade Pascual, que observa la ausencia de sonido como una "desnudez brutal".

También el escenario rechaza añadidos, mostrando un minimalismo pretendido, en el que Veronse espera que "nada distraiga al público". Las protagonistas subrayan que el trabajo de la obra se centra "en la relación actor-espectador", provocando el derrumbamiento de la cuarta pared.

Y es que el espectador se topa de bruces con una trágica situación revestida de comedia, despertando en su interior una serie de dilemas y cuestiones en torno a las relaciones sentimentales que irán más allá de la propia función. "La gente entra en el teatro de una forma y sale de otra. Esa es también la intención del director, que quería remover los cimientos de cada uno", arguyen, reconociendo que muchos espectadores se les acercan al final de la pieza para admitirles el bálsamo terapéutico recibido. "No es de esas que sales del teatro, vas a cenar, y a los cinco minutos ya se te ha olvidado. Después de varios días la sigues recordando", advierten.

Poner el mundo patas arriba para después reordenarlo, un escrutinio interno sobre la conformidad y la honestidad en la pareja, "pero en clave positiva". Las risas también tienen cabida en una función que abre el apetito teatral: "el público se queda clavado, cuando acabamos, no saben si levantarse o no".

La primera función es este jueves por la noche a las 20.30h y la segunda, el viernes con el mismo horario.