"La indiferencia es la muerte del artista", afirma el artista coruñés Javier Sanz, creador de la exposición Encuentros fortuitos. Una impactante muestra de fotografía y escultura, mezcla de lo conceptual y lo surrealista. Javier Sanz busca, con esta muestra, "decir lo máximo con los mínimos elementos". La creación de una imagen totalmente nueva a partir de la unión de dos objetos completamente diferentes e incluso antagónicos. La mayoría de veces estas uniones insólitas se producen de forma fortuita y, de ahí, el nombre de esta muestra.

Cuarenta impactantes piezas que no dejan indiferente a nadie. Una mariposa unida a un murciélago, un tablero de ajedrez hecho con piel de cebra o la fotografía de la Dársena de la ciudad, que el artista le regaló al anterior director de la Orquesta Sinfónica de Galicia, Víctor Pablo, en la que los veleros desaparecen y se transforman en violines son solo una pequeña muestra de todo lo que se puede encontrar en las presentaciones de este artista. "Se trata de crear imágenes absurdas pero que esconden una lógica surrealista", asegura Sanz. Una exposición en la que los polos opuestos se unen formando un equilibrio de fuerzas nunca visto antes.

La carrera de este artista surrealista comenzó con la escritura, "más que un artista, soy un poeta", señala. Fue con la literatura con la que se desarrolló su faceta creativa. Se dio cuenta de que muchos de los aforismos que escribía, los podía llevar a lo plástico. Y, así, comenzó el coruñés su trayectoria artística.

En la escultura como en la literatura, "hay que tener una gran capacidad de síntesis", afirma Sanz, con dos elementos hay que intentar expresar lo máximo posible. Aunque muchas veces se cree que son dos artes aisladas, están íntimamente relacionadas. Y esta exposición es una clara muestra de ello. El artífice de esta exposición asegura que se trata de una constante creación, "el azar ayuda pero muchas veces hay que estar alerta y aprovechar estos momentos. El arte nunca duerme". Sanz comenta cómo muchas de las piezas expuestas en esta muestra, fueron fruto del destino, cómo se cruzaron en su camino diferentes ideas para que él las convirtiese en obras de arte.

El polifacético coruñés señala que su inspiración a la hora de crear surge de la conocida frase del escritor José Saramago, "yo escribo, no para agradar ni desagradar, sino para desasosegar". De esta manera, este innovador creador busca "desasosegar", impactar, llamar la atención. Un impacto visual que la gente no olvide. Todo menos la indiferencia.

Cuarenta obras que estarán expuestas en la Asociación de Artistas de A Coruña hasta el próximo 15 de octubre. En esta muestra, el coruñés, mezcla piezas expuestas anteriormente en diferentes galerías del Soho de Nueva York o de Madrid. Una exposición que se sale de lo corriente y que, por ahora, está teniendo "una buena acogida", señala Sanz aunque asegura que, por desgracia, "el lenguaje poético no lo aprecia todo el mundo". Posteriormente, Javier Sanz seguirá haciendo viajar su arte por medio mundo, llevando muchas de estas piezas a una exposición en Miami.