Womex, una convocatoria que este año se celebra en Santiago y se centra en la música iberoamericana, celebra hoy una de sus jornadas más especiales por la ceremonia protocolaria de traspaso del relevo a Budapest, donde se celebrará el próximo año.

La feria, que ha abarrotado los espacios y las calles de la capital gallega, ha recibido hoy la visita del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que hizo el circuito junto al alcalde de Santiago, Agustín Hernández; el conselleiro de Cultura y Ordenación Universitaria, Xesús Vázquez, y otros representantes del Gobierno gallego.

El paseo por los 270 puestos que acaparan el espacio de la Ciudad de la Cultura, repartidos en cuatro niveles, empezó en la caseta de la marca GalicianTunes, una plataforma que impulsa la presencia de la música gallega en este encuentro multidisciplinar.

En él, los representantes del Ejecutivo autonómico se encontraron con el gaiteiro gallego Xosé Manuel Budiño, con el que intercambiaron impresiones sobre el evento.

Feijóo saludaba a todo el que se acercaba, ante la atenta mirada de los responsables de seguridad, de los miles de profesionales, así como de los medios de comunicación y curiosos que preguntaban: "Who is?"

De traje pero relajado, la visita protocolaria así lo exigía, Feijóo se ha dirigido, de manera distendida y afable, a los responsables de la caseta 'Oreka TX', dedicada a la cultura del País Vasco.

Hernández fue el primero que se animó a probar la txalaparta, un instrumento de percusión tradicional de Euskadi que consta de dos soportes sobre los que se coloca un material aislante -como hojas de maíz, sacos viejos enrollados o hierba seca- y sobre esto un tablón que es golpeado por cuatro palos, dos por cada txalapartari.

Feijóo no quiso ser menos y tocó la txalaparta y "para ser la primera vez lo hizo bien", aseguró el responsable del stand, aunque dijo entre risas que debería viajar al País Vasco alguna vez más para mejorar.

Otro de los altos del presidente de la Xunta fue en la caseta de la Embajada Cultura de Brasil, donde los delegados lo invitaron a probar la cachaza del estado de Minas Gerais, la bebida alcohólica destilada más popular del país latino, que se obtiene como resultado del alambicado del jugo de la caña de azúcar fermentado.

Pero Feijóo mostró un especial interés cuando llegó al área de Budapest, probablemente para conocer más de cerca a sus invitados, el ministro húngaro de Educación, Cultura y Recursos Humanos, Zoltan Balog, y a la embajadora de Hungría en España, Enikö Györique, a los que recibiría después.

A la salida, la tradicional foto de familia, tras la que el director de Womex, el alemán Alex Walter, obsequió al presidente con una bolsa de recuerdos de la feria, a lo que Feijóo respondió entre risas: "Muchas gracias. Y recuerdos a la señora Merkel".

Posteriormente, bajo una jornada otoñal muy agradable, con temperaturas altas para esta época del año, Feijóo y Vázquez recibieron a Balog y a Györique.

En lo que a música se refiere, el WOMEX 2014 llega hoy al ecuador con los sonidos de África, del Caribe y del Mediterráneo y lo hace con las actuaciones de Sékouba Bamino, de Guinea Conakry; el virtuoso trompetista macedonio Dzambo Agusevi; la banda etíope Ethiocolor; la angoleña Batida o el grupo de música tradicional caribeña de Curaçao y de danza europea Kuenta i Tambu.