La viguesa Silvia Superstar se dio a conocer en los años 90 como cantante del grupo de punk-rock Killer Barbies. Este sábado se sube al escenario del Garufa Club en la reunión de los componentes originales del grupo para un concierto participado por Son Estrella Galicia. Será a las 22.00 horas.

-¿Por qué vuelve Killer Barbies tras años inactivo?

-Nos invitaron a tocar en el 25 aniversario de la discográfica Subterfuge, con la que grabamos nuestro primer disco. La sensación, la energía, fueron tan buenas que decidimos volver a los escenarios.

-¿Y qué tal ha respondido el público al regreso?

-Muy bien. Me alegro de que vengan melancólicos, fans de toda la vida, pero también me encuentro con gente muy joven.

-¿En el concierto del sábado escucharemos temas nuevos?

-No. Vamos a interpretar temas de los tres primeros discos, que son los más directos y rápidos. Luego voy a hacer una sesión de DJ Set, pinchando rock.

-¿Cómo es que combina ser cantante con DJ?

-He tenido la suerte de que, desde una edad temprana, siempre he tenido claro lo que quería y siempre he hecho lo que me gustaba: ya fuese cantante, actriz, modelo, diseñadora de ropa...

-También tiene varios locales.

-Sí. Vivir de la música es difícil, y tener bares me da seguridad económica. No puedo vivir con la inestabilidad de la música (ríe).

-¿Entonces lo de montar bares es solo para subsistir?

-Y también me gusta. Me gusta crear un ambiente, un punto de encuentro para mis amigos.

-A lo largo de su carrera la estética tiene un papel primordial.

-La estética forma parte de todo. En los Killer Barbies refleja lo que nos gusta: el cine gore, la serie B, los cómics? La subcultura basura, como la llamamos nosotros, forma parte de la banda desde el punto de vista estético. Las bandas que me gustan, como Kiss, tienen estética muy marcada. La idea es combinar todo: buenos temas, buena música, buenos espectáculos.

-¿Killer Barbies sigue siendo underground

-Completamente underground. Nunca hemos hecho nada para llegar más o menos público: siempre hemos querido llegar a la gente que es como nosotros. No veo que seamos una banda de masas.

-¿Le gusta el directo?

-Es el top, el culmen. Me da los mejores momentos, por ese intercambio de energía real que se produce con el público y la banda. El estudio se me hace aburrido, porque en Killer Barbies la mayor parte del proceso de creación lo hacemos en casa.

-¿Ha visto cambiar el mundo de la noche?

-Pues? La gente tiene menos dinero (ríe). Sigue habiendo ganas de salir, pero la gente se corta más.