Gorka Benítez (Bilbao, 1966), formado en la tradición de música folklórica vasca, lleva varios años afincado en Cataluña explorando tanto el jazz como otros estilos. El próximo jueves recalará en el Jazz Filloa (Ciega, s/n) a las 22.00 horas.

-¿Cuál es el programa para el concierto de este jueves?

-Una serie de temas, composiciones originales mías y, prácticamente todos, del último disco que he sacado, Gastéiz. Es un álbum que publiqué en 2014, y que fue grabado en vivo en el festival de jazz de Vitoria-Gastéiz. Estaré yo al saxofón, David Xirgu a la batería y Dani Pérez a la guitarra.

-¿El País Vasco es su patria musical?

-¿Mi patria musical? (ríe). No me gusta hablar de patrias. Mi país y mi tierra es Euskadi, es Euskal Herria, pero mi patria musical es allí donde toco. Y espero que lo sea Galicia, en donde, por cierto, ya había estado antes con otras formaciones pero es la primera vez que llego con mi propio nombre, con mi propio grupo. Y eso es algo que me hace muchísima ilusión.

-Pero ¿la música vasca le ha marcado?

-Lógicamente sí. Es lo que he mamado y la influencia más grande que tengo. Uno es de donde es, y las imágenes y colores son de allí. Yo soy de Bilbao y eso tiene que pesar.

-Ha tocado con Martirio, con Paco Ibáñez, con la compañía de Shoji Kojima... ¿Es ecléctico?

-La palabra ecléctica es un poco subjetiva. No creo que sea ecléctico, simplemente toco a mi manera, hago las cosas que me molan. He tenido la suerte de tocar con diferentes grupos, un gran potencial a la hora de aprender. Y es que soy musicalmente muy inquieto. Ni siquiera me definiría como un jazzman, aunque pueda hacerlo para abreviar.

-¿Cómo compone?

-Hago diferentes tipos de temas. Pero mi manera de componer es un poco cinematográfica, trato de contar historias.

-¿Se pueden contar bien historias con el jazz, sin palabras?

-Bueno, eso no solo ocurre con el jazz, sino que creo que la cultura europea está plagada de este tipo de arte. La música sinfónica, la clásica, la pintura, la escultura?

-Solo usando la melodía...

-Sí, la melodía, la armonía y el ritmo. Ese es el poder de la música, es parte de ella. La música es el arte abstracto por excelencia.

-¿Se valora el jazz español en el extranjero?

-¡Cómo se va a valorar en el extranjero si no se reconoce aquí! Hay mucho talento, pero faltan infraestructuras, leyes... Esto le interesa a muy poca gente.