A sus 25 años, el guitarrista norteamericano Ryley Walker acaba de publicar su segundo disco, Primrose Green, en el que mezcla influencias del folk estadounidense con la libertad del jazz. Hoy presenta los temas de este último trabajo a las 22.00 horas en la sala Mardi Gras, en un concierto patrocinado por Son Estrella Galicia. La entrada cuesta diez euros en taquilla.

-Creció en un pueblo de Illinois. ¿De qué manera determinó esa infancia su música?

-Crecí en el medio del rural, entre gente mayoritariamente de clase trabajadora. Eso me enseñó a trabajar muy duro.

-¿Y cuál fue la banda sonora de los años de su niñez?

-¡Escuchaba Led Zeppelin a todas horas! Luego, poco a poco, me fui introduciendo en otro tipo de cosa, como Sonic Youth, John Coltrane, etcétera.

-En su juventud le interesó el punk. ¿Los guitarristas de este estilo le dejaron alguna influencia?

-Sí. Me transmitieron mucha energía, e inmediatez.

-Su música bebe de la de los años 60 y 70.

-A mí me inspira la música de todas las épocas. El movimiento psicodélico que se generó en Europa y en América durante los años 70 fue muy poderoso y ambicioso, siempre interesado en cosas que estaban más allá.

-¿Había más inventiva?

-No, para nada. Ahora se están haciendo algunas de las músicas con más inventiva y más experimentales de todos los tiempos.

-En sus letras habla acerca de la soledad de la carretera. ¿Le gusta el mundo de las giras?

-Sí. A mí me encanta viajar. Es cierto que puede resultar algo solitario y un poco aburrido, pero el tocar en concierto siempre hace que merezca la pena.

-¿Que diálogo intenta establecer entre el folk y el jazz?

-Uno en el que estén la improvisación, la libertad y el jamming [interpretación improvisada sobre la base de una melodía].

-Y en su álbum, canciones folk como Blues Bucks Griffits se mezclan con otras que parecen una Blues Bucks Griffitsjam session

-Creo que mi música se inspira tanto en los reinos del espacio exterior como en el espíritu tradicional del folk. Ambos chocan, pero, juntos, se entrecruzan como una espiral, y de manera hermosa.

-¿La inspiración le viene sin esfuerzo o es usted de los que prefiere que las musas le encuentren trabajando?

-La inspiración nunca resulta fácil de encontrar. Siempre conlleva trabajo duro.