David Perdomo (A Coruña, 1979) vuelve a los escenarios tras una larga ausencia. Un tiempo en el que ha preparado En crudo, un espectáculo en el que hablará descalzo y tendrá un contacto personal y desenfadado con el público. Actúa esta noche en La Tuerka 27 para todos los que busquen "algo distinto".

-Presenta su espectáculo En crudo

-He estado fuera porque me dio una angina de pecho. Esto me obligó a cuidarme mejor, un trance de salud que me cambió mucho la cabeza. Me dio tiempo para acumular material nuevo y el espectáculo es un poco centrado en eso. Hablaré de cómo veo la sociedad, pero con una perspectiva distinta. Antes era un tipo más rockero y más marcado por los excesos, ahora me he convertido en un abuelo, en la vida sana. Curiosamente me he vuelto más radical que antes. Todo esto lo he puesto en el espectáculo nuevo, me siento un poco más mordaz y cabreado, todo con un punto de humor.

-¿Qué cambios notará el público de pasar de ser más rockero a alguien más sano?

-Actúo descalzo (ríe). Lo de llamarse crudo fue prácticamente por eso, estar libre de artificios. Lo van a notar en que estoy un poquito menos políticamente correcto. Nunca lo he sido, pues ahora menos. Cuando ves los temas de salud y los temas de la vida y la muerte, que son cosas que en el día a día nuestro no nos planteamos, entonces te quitas del artificio y lo ves todo desde un prisma más ácido. El público notará el cambio en un David con menos pelos en la lengua.

-¿Los temas del espectáculo van a tener que ver con la vida y la muerte?

-Sí y los cambios que estamos viviendo en este 2015. Mira lo que está pasando con la política y lo demás. A ver si los mayas se equivocaron y en vez de 2012 era el 2015 y teníamos el número del revés. Están pasando cosas muy turbias que cambian lo que tenías establecido en la cabeza. Eso también está impregnado en el monólogo. Antes veía la vida mucho más simplista, ahora estoy un pelín más filosófico. Lo de estar descalzo es para que se entienda que es un David más puro, sin ese vestuario típico del cómico.

-¿Sería más como un teatro de la reflexión?

-Me gustaría que fuese así. Cada espectáculo va variando mucho, hay una comunicación muy directa con el público. Tuve una actuación en Arteixo que se trataron muchos temas que no tenía puestos en la escaleta. Ha cambiado el modo de entender las cosas en el escenario. Ya no es solo la improvisación que tenía antes, ahora es más puro.

-¿Cree que alguien que vaya a En crudo

-Los que esperen un show del Club de la comedia no lo van a disfrutar. Yo concebí el cartel más serio para contraponerse a la imagen del cómico, no me considero eso. Yo hablo de mi experiencia personal. Me parece muy interesante la de leyendas que se crearon con mi enfermedad. Digamos que nunca hablas de ese subtexto que la gente habla de ti. Me gusta romper con esto, se ha hablado esto de mí, os lo comento por crudo que sea.

-¿Cree que esto es el fin de la figura pública que era antes?

-En las redes sociales tengo una imagen muy fastidiada porque me dedico a trolear. La gente se cree esa vida virtual que tenemos, entonces me he propuesto ser más cabrón de lo que soy. En el escenario rompo la imagen de figura pública. Soy un tipo de barrio, no he escogido ser una figura pública, quiero ser una persona honesta y que mis opiniones sean reales. Ahora que no se crea la gente lo que diga en las redes sociales, lo hago para provocar.

-¿Qué le parece que este espectáculo sea más puro y en las redes tenga una actitud desmesurada?

-Puede ser un arma de doble filo. En los espectáculos se crea una conexión muy distinta, el aquí y ahora. A pesar de mi imagen de mala hostia en las redes sociales, en el espectáculo habrá un punto de unión. La gente puede gritar e intervenir. Creo que va a un poco de esto, al final el cabrón del principio, que soy yo, termina con todos siendo un poco cabrones, un poco más honestos.

-¿Por qué debería alguien ver su espectáculo?

-¿Por qué no? (ríe) Les diría que vengan si quieren ver un espectáculo de humor distinto. Desde luego si te gusta el humor del Club de la comedia prefiero que no vengas. Si eres de mente cuadrada no vas a entender nada o si prefieres un humor blandito que no haga daño. Ahora bien, si buscan algo diferente y ver a un cómico de su ciudad, entonces que vengan y apoyen. Seguro que al día siguiente entrarán en mi facebook y no me verán tan malo.