El guitarrista, cantante y compositor Miguel Costas perteneció a Siniestro Total, Aerolíneas Federales y Los Feliz. Este viernes será una de las cabezas de cartel del festival de Novo Mesoiro Denomerock, a la cabeza de su propio grupo.

-En su último disco, alguien tenía que hacerlo, introduce algunos temas reivindicativos, como Di que no o Di que noVil Norberto

-Fue una excepción (ríe). Surgieron así, en un momento dado. Ahora vamos a sacar un nuevo disco en enero, y no va a haber ninguna temática reivindicativa.

-Tiene una hermana en Aerolíneas Federales, y un hermano en Def con Dos, con el que colaboró en un tema. ¿Se notaron los dos estilos muy diferentes?

-He hecho canciones de estilos muy distintos. Una canción de Aerolíneas nada tiene que ver con las que hago con mi grupo ahora.

-Dejó Siniestro Total y Aerolíneas Federales en sus momentos de mayor popularidad. ¿Valora mucho la libertad?

-Totalmente. Siempre he estado en compañías independientes, siempre he hecho lo que he querido? Quizás por eso económicamente no me ha ido tan bien (ríe).

-Siempre hace canciones desenfadadas e irónicas

-Muchos grupos basan su repertorio en consignas, en contra de esto o lo otro. Hacer un par de canciones no está mal, pero no quiero basar mi repertorio en eso. Entiendo la música como un divertimento.

-¿Sigue con la sombra de Siniestro Total?

-Sí. Es un sambenito que me gustaría sacarme ya. Sobre todo lo del exSiniestro. No hay manera, aunque tengo por contrato que no se debe poner en ningún lado. Me gustaría que la gente conociera a Costas por lo que está haciendo. Pasó con Germán, que hasta que se murió parece que nadie se dio cuenta de que llevaba una carrera musical. Toca madera (ríe). En Sudamérica me conocen más que aquí. Voy por Santiago de Chile y me reconoce un montón de gente y voy por Vigo no me conoce nadie. Allí siguen más las trayectorias de los artistas.

-¿Cambia el ambiente de los conciertos en América?

-Sí, sí. Es otro mundo. Allí no paran de bailar. Igual que aquí cuando yo empecé. Ahora la gente joven está más parada que en otras épocas.

-En este último disco trae riffs

-Sí, sí. Cuanto mayor me hago más punk soy (ríe). Es lo que me gusta tocar, y también me gusta que la gente participe: son canciones con melodía y un estribillo para que la gente las pueda cantar. Veo mucha reivindicación, mucha historia, mucho rock urbano, pero falta un grupo con un toque punk o de rock alternativo, pero también con melodías cantables. Y veo que falta el típico estribillo.

-Usted ha compuesto temas muy simples y muy complejos.

-Hay temas que pueden parecer muy simples y no lo son. He hecho canciones con dos acordes, y luego Jamón debe tener 30.

-¿Estamos un poco saturados de grupos nuevos?

-Saturados no es la palabra. De hecho estamos perdiendo los grupos buenos. Hay una tendencia que se llama indie, que es mentira, y nadie se va a acordar dentro de quince años de las canciones de muchos de los grupos que están ahora triunfando en ella. Sí que hay grupos buenos que se están perdiendo en el fondo de la marabunta de internet y no llegan al público. Hoy por hoy, para los grupos nuevos aquí en España, es el peor momento que se podrían encontrar.

-¿Cuál es el estribillo preferido de los que ha compuesto en sus diferentes grupos?

-Hasta los güevos se me ha venido ahora a la mente, y además viene muy bien para todo.