María Luisa Rojo-Novais inaugura este viernes a las 20.00 horas en la sala de la Asociación de Artistas Plásticos Gallegos (Arga), en el número 28 de la calle San Andrés, su exposición Tentaciones, compuesta por una treintena de óleos.

-¿Qué estructura la muestra?

-Aúno tres series: mujeres, tornados y lunas. Hay obras de gran, mediano y pequeño formato. Algunas son recientes, otras fueron creadas hace tres años. Una serie, la de las lunas, nació en 2008.

-En los cuadros de tornados, traza espirales negras sobre el lienzo. ¿Qué simbolizan?

-Los movimientos vitales son evoluciones que siempre tratan de subir hacia arriba en sentido metafórica, crecer, desarrollar inquietudes y constantes.

-¿Y en el caso de la mujer?

-Es un tema que me gusta mucho tocar. Casi siempre las pinto de perfil o de espaldas. Mujeres relajadas, mujeres luchadoras, emprendedoras, también tengo maternidades? La mujer en la familia es el núcleo central de la sociedad.

-¿Con sentido reivindicativo?

-De alguna manera sí. Las pongo de espaldas o de lado, porque siempre estuvieron ahí, luchando, trabajando y forjando la sociedad, pero nunca en primer plano.

-¿A qué se deben las lunas?

-Son los cambios lunares que tenemos todos, que a veces estamos bien y a veces mal.

-¿Cómo dialogan estos temas?

-Aparecen mujeres movidas por las lunas: mujeres que quieren atrapar las lunas o ser atrapadas por ellas. También hay mujeres entre tornados, o con ellos. Son tres ciclos que están moviéndose constantemente, como diciendo que la mujer siempre tiene que adaptarse a los tiempos, a los movimientos, a las circunstancias educativas que a cada poco están formando a las mujeres hacia un lado u otro.

-¿Por qué el título?

-Una exposición puede concebirse con un tema, pero yo siempre tengo la tentación de aunar, variar, cambiar, investigar.

-¿Cuál es el papel del color?

-Por lo que se comenta, tengo mi paleta bastante definida. Utilizo mucho tonos violetas, azules, naranjas? El naranja me atrae y lo manejo desde la niñez. Ya es una atracción fatal. Luego, los amarillos, por su fuerza, viveza, luz.

-El violeta se asocia a la mujer.

-Sí, sí. Es por eso. Es el tono de la mujer, el que reivindica sus derechos. En la obra a veces aparecen soles dorados, entre soles y lunas, que brillan con luz propia.

-¿Representan al hombre?

-La luna es femenino y el sol masculino. El sol representa la dualidad: el hombre y la mujer siempre van a tener que estar juntos.

-¿El arte contemporáneo da más libertad conceptual?

-Sí, mucho más. Puedes crear, transmitir tu interior hacia el exterior, formando tus expresiones y figuras. Expresar lo que sientes. Para mí la pintura es sentimiento.

-¿En qué porcentajes su arte es reflexión y sentimiento?

-Más de un crítico que no me conoce personalmente fue capaz de decir lo que expresa mi obra. Dicen que soy una persona intuitiva, pero con una reflexión sobre los objetos que voy a realizar. Y tienen razón, es estudiado, la obra no queda al azar. Estoy haciendo un trío de obras, y una de ellas ya la he deshecho dos veces, porque no quedaba como yo quería. A veces puedes tardar un año en encontrar esa pieza que te falta para colocar.

-¿El público gallego entiende el arte contemporáneo?

-Difícilmente, yo creo. A mí siempre me gustó mucho, pero cuesta más trabajo asimilarlo. La gente piensa que tiene que entender mucho? Yo pienso que el arte se siente. Galicia tiene una puerta abierta muy grande para meterse en el arte contemporáneo, y se está haciendo un gran esfuerzo por parte de galeristas, el Ayuntamiento, las instituciones culturales, para introducir este arte.

-¿Cuál es el tema que más le interesa ahora mismo?

-En este momento, creo que el que más me interesa es el de la mujer. Voy a hacer una serie de exposiciones con el tema mujer.