El iluminador y escenógrafo Baltasar Patiño es uno de los dos directores de la obra Hombres Bisagra, de Matarile Teatro, una obra experimental que combina artes del movimiento, música electrónica en vivo y efectos de luz y en la que también ejerce de intérprete musical. Actúa este sábado a las 20.30 horas en el Rosalía de Castro.

-En la obra hay baile, música y juegos de luz, pero prescinden de la palabra, excepto por unas palabras de Antonin Artaud.

-Matarile es una compañía muy interdisciplinar desde hace muchos años y lo que hacemos es abrir vías de trabajo. En nuestro teatro nunca predominó la palabra sobre el resto de lenguajes: trabajamos con todo al mismo tiempo, luz sonido, música, efectos. Somos dos músicos en escena, aunque yo no soy músico pero hago las funciones de tal, y dos actores. La música está hecha totalmente por sintetizadores vintage, algunos de ellos de casi cuarenta años de antigüedad. Son reales y auténticos, y crean una situación compleja. Movemos los mandos con la esperanza de que suene lo que esperamos que suene.

-¿Por qué eligió equipos tan temperamentales?

-Precisamente por eso, son casi como actores. Tienen la posibilidad de fallo, y el espectáculo tiene partes de improvisación bastante generosas. Es un factor humano, en este caso provocado por una máquina caprichosa, con sus variaciones de voltaje y temperatura. También hay elementos de percusión, instrumentos inventados, y en el Rosalía vamos a incorporar una novedad, un nuevo vídeo. Habrá unos cuatro minutos de espectáculo que no se han visto nunca. Vamos a hacer un par de cositas nuevas que nos apetece regalar.

-¿Estas obras de teatro tan diferentes a lo acostumbrado buscan tener una interpretación única o abierta?

-En todos nuestros espectáculos las interpretaciones son bastante abiertas. No nos gusta explicar, no hay un desarrollo, nudo y desenlace. La gente dice que nuestras funciones se quedan en la memoria y esta sigue trabajando horas y días después de haberla visto, buscando asociaciones.

-¿No intentan popularizar sus obras, hacerlas más accesibles?

-El público es suficientemente inteligente. Los programadores gallegos, en general, dicen: 'Mi público no está preparado para esto'. Y yo pregunto: '¿Por qué está preparado el público vasco y no el gallego?'. Hombres Bisagra ha recibido el premio del festival internacional de Valladolid a la obra más innovadora, de entre 180 espectáculos de casi veinte países. No entiendo por qué están ocurriendo estas cosas fuera y aquí es imposible. El público también tiene que entender que no todo el teatro es igual, ni se emplean los mismos mecanismos. Para nosotros el teatro es una exposición de escultura o pintura. A lo mejor no la entiendes, pero te llega de alguna manera. Si el público no ve este tipo de cosas no avanzaremos.

-¿Emplea la interacción de la luz y el sonido como un lenguaje?

-Desde luego. La luz lo es todo y está muy vinculada a esta producción y a todas las que hacemos. Yo soy iluminador y me interesa mucho la luz. Cuenta o ayuda a contar, y en este, al ser un espectáculo casi carente de palabra, con imagen y sonido? La luz de esta obra tiene aspectos que en algunos momentos recuerdan al de un concierto de rock and roll, y, hacia el final de la función, con ella hacemos discursos de iluminación, con aspectos muy pictóricos pero sin perder la parte de concierto. La presión sonora que hay es importante, no es de música tranquilita.

-Matarile Teatro opta más por el lado artístico que por el empresarial.

-Siempre. Es que es nuestro trabajo. Si un pintor se dedica a hacer pinturas para que vayan bien con los encajes y los visillos del salón? Estamos obligados a ser empresas, pero eso en el escenario no se transmite.

-Denuncian que Agadic no ha respaldado esta obra.

-Este trabajo lo ha abandonado a su suerte. Tuvimos tres años en los que no había actividad empresarial, y eso valió más que los treinta de experiencia de la compañía. Nuestros espectáculos se han visto en 12 países, somos la compañía más internacional de Galicia. Acabamos de llegar de una gira por Brasil, y nos acaban de invitar a un festival internacional en México. Este espectáculo abandonado por Agadic por una cuestión formal ha sido seleccionado para ir a la red de teatros del País Vasco. Ya hemos actuado más en el País Vasco que en Galicia.