En 1982, la soprano italiana Mariella Devia se ganó por primera vez el aplauso del público coruñés con Sonámbula. Ahora, con 73 años de vida y 42 sobre los escenarios, es una de las principales voces del bel canto y, para algunos, la última gran diva. Hoy, a las 20.00 horas, se sube al escenario del Palacio de la Ópera para recorrer su carrera en formato de concierto con obras de Bellini, Donizetti, Rossini, Massenet y Gounod.

El formato de concierto permite repasar toda su carrera, pero Mariella Devia no se decide a afirmar que prefiera la representación teatral o la puramente musical. "La escenografía ayuda -considera la cantante- y en concierto estás más desnuda y más expuesta al público".

Actualmente, además, la mayoría de los papeles líricos femeninos son más jóvenes que Devia, con la excepción, destaca entre risas, del de Isabel I en Roberto Devereux. Esta tarde recupera la voz de la reina inglesa junto con las de otros personajes clásicos de la ópera, como Norma y Ana Bolena. Y es que en concierto "puede cantarse todo".

En la actuación, en la que lo acompaña la Sinfónica, se escuchará una de las piezas más famosas del repertorio de Devia, el aria Casta Diva de la ópera Norma. A la hora de entonar esta pieza, explica la soprano, hay que tener en cuenta que está pensada como un "rito religioso" encaminado a lograr "la paz". Como todo lo escrito por Bellini, Casta Diva es "muy difícil" con una línea melódica es "muy pura" en la que destaca cualquier imperfección en el canto. También considera complicada la obra El pirata, cuyo final interpreta hoy, y piensa que, por ello, apenas se lleva a escena hoy en día.

A lo largo de su carrera, Devia ha visto cómo "cambia el gusto del público". Al contrario que otros cantantes, considera "positivo" que haya cambiado la forma de hacer la ópera, y prefiere el modelo actual. "Las obras son ahora más modernas y más abstractas", señala. La parte instrumental ha ganado protagonismo, y, considera, es importante "tener a un director de ópera" acostumbrado a este género. En este concierto estará a la batuta de José Miguel Pérez Sierra, con quien ha trabajado anteriormente.

La soprano considera que elegir con cuidado su repertorio, y saber decir no a algunas obras, ha prolongado su carrera. Actualmente, alterna el canto con la enseñanza, satisfactoria pero "muy fatigosa".