Rubén Boedo (A Coruña, 1968) acaba de publicar su primera novela, Memorias de Darhel, una obra ambientada en la batalla de Elviña con un trasfondo trascendental en el que se aborda el propósito de la existencia. Boedo presenta su libro mañana a las 20.00 horas en el Sporting Club Casino.

-Memorias de Darhel

-La novela mezcla el género histórico y el fantástico, pues el narrador, Darhel, es un ángel. Tiene una participación relevante en una parte de la historia, pero durante la mayor parte del tiempo actúa como observador.

-¿Y a qué personajes observa?

-A algunos de los militares que tomaron parte en la batalla, especialmente a John Moore y los oficiales que lo acompañan, así como la relación que hay entre ellos y los hechos históricos que los suceden. Pero también a algunos ciudadanos de A Coruña, en particular un doctor llamado don Diego que va a tener que ayudar con sus labores de médico a los heridos que llegan a la ciudad. Este es un personaje ficticio.

-¿Por qué decidió centrarse en el bando hispano-británico?

-Como coruñés tengo más presente el bando inglés. Desde niño el jardín de San Carlos me fascinaba como rincón romántico, y es un espacio que me gusta mucho para pasear. John Moore era para mí una figura un tanto misteriosa. De ahí surge mi acercamiento a este bando.

-¿Fue necesario documentarse mucho para escribir el libro?

-Hubo un esfuerzo de documentación para relatar aspectos de la batalla de la forma más fidedigna: el acercamiento de las tropas a A Coruña, su paso por O Burgo y la voladura del puente para intentar retrasar el avance de los franceses. El uso de algunos tipos de armas de fuego requirió de cierta investigación.

-¿Cómo fue la relación entre la población coruñesa y las tropas inglesas?

-Afortunadamente fue bastante buena, las tropas respetaron bastante la ciudad. Hubo algunos percances y altercados, pero podemos considerar que fue un mal menor en relación a lo que pudo haber sido, dados los cientos de soldados que se vieron involucrados y que la población estaba bastante desprotegida.

-¿Y cómo fue el comportamiento de los franceses?

-Con la ocupación francesa fueron fusilados algunos mozos en la ciudad, pero también fue un mal menor en comparación con lo que hubiese podido pasar, y lo que ocurrió en otras poblaciones españolas.

-¿La suya se puede considerar una novela bélica?

-El tema central de la novela es realmente otro. La batalla es un elemento central de la historia, pero es una excusa para explicar una historia muy trascendente.

-¿Cuál es la idea principal?

-El sentido de la vida y el propósito de la existencia.

-Decía antes que le atrajo John Moore como figura romántica. ¿Qué descubrió al investigar al personaje?

-Que es una persona que vino a morir muy lejos de su casa, y que ello le supuso renunciar a todo de lo que un hombre puede disponer. En su entorno lo consideraban un hombre agraciado, y a nivel humano pudo haber tenido un recorrido de éxito en lo personal, en lo familiar, e incluso con las mujeres. Y todo eso terminó de forma muy abrupta.

-¿Le resulta difícil, como hombre del siglo XXI, introducirse en los valores que manejan los personajes de hace dos siglos?

-Hay algunos que son un poco distantes. Sin embargo, ya que adopto esta temática trascendental, hay valores que siguen muy vigentes y en cierto sentido son eternos, ya que acompañan al hombre por su existencia desde que es hombre. Por ejemplo, el hecho de que nos sigamos preguntando quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos en el siglo XXI.