El actor Willy Toledo protagoniza El Rey, la quinta producción de la cooperativa cultural Teatro del Barrio que saldrá a la escena del Teatro Colón este jueves 25 de febrero a las 21.00 horas. La obra, dirigida por Alberto San Juan, llega con una radiografía sobre el papel de la monarquía española bajo el brazo.

-En esta obra se relata parte de la historia de España a través de la figura de Juan Carlos I.

-Sí, es un viaje a la época anterior y posterior a la Transición a través de la vida del monarca en el que tratamos de aportar un punto de vista alternativo a la versión oficial que se nos ha contado durante todos estos años. Juan Carlos I es una figura clave en aquella especie de transacción que se hizo para mantener los mismos poderes económicos, políticos y empresariales que había antes.

-¿Qué fue lo que le animó a embarcarse en este proyecto teatral?

-Nosotros somos republicanos y uno de los motivos que nos impulsaron a llevar a cabo esta obra fue el hecho de poder hablar de la vida de un personaje del que hasta ahora lo poco que se había transmitido a través de los medios audiovisuales y de las obras teatrales habían sido auténticas hagiografías.

-¿Hay gente reticente a asistir a obras protagonizadas por actores con una marcada ideología política que difiere de la suya?

-Hasta el momento esta pieza ha tenido una gran acogida por parte del público, en algunos lugares hemos tenido que hacer dobles funciones. Habrá gente que no se quiera enterar de la realidad y lo respetamos, quizás haya quien prefiera poner Gran Hermano y pensar menos.

-¿El Rey

-Es una interpretación de los hechos históricos en base a entrevistas, revistas, estudios y publicaciones. Hemos hecho un trabajo ingente de documentación y más de la mitad del texto está extraído de declaraciones textuales de los propios personajes. También tiene parte de humor y drama, pero en ningún momento tratamos de imitar o parodiar a ninguno de los protagonistas.

-Usted se desdobla en varios personajes históricos.

-Sí, interpreto a Don Juan de Borbón, Felipe González o a Salvador Puig Antich. Luis Bermejo interpreta a un único personaje, el de Juan Carlos I, y al resto nos los repartimos Javier Gutiérrez, Alberto y yo. Nosotros transmitimos lo que han dicho algunas de las personas que pilotaron la Transición, y luego es el público quien tiene que decidir si sus actuaciones fueron más o menos legítimas.

-¿Es un buen momento para realizar obras de marcado contenido político?

-Estamos quizás en el peor momento para el desarrollo de la libertad de expresión, algo que se puede ver con lo que les ha pasado a los titiriteros en Madrid. Una prueba clara de esta falta de libertad es que se han multiplicado por treinta los procesos por enaltecimiento del terrorismo desde que ETA anunció el fin definitivo de la lucha armada. Ahora que no existe el terrorismo en este país, excepto el practicado por el Estado, es cuando más condenas de este tipo hay. Estamos ante una persecución fascistoide contra la libertad de expresión, eso sí, solo de la izquierda.

-¿El teatro ayuda a canalizar reivindicaciones?

-El teatro nunca puede desvincularse de la calle, y es un arma maravillosa que no va a acabar con las injusticias ni va a conseguir ninguna revolución, pero ayuda a transmitir nuestra visión de la realidad y a plantear preguntas más que a ofrecer respuestas.

-¿Tiene algún otro proyecto en marcha?

-En verano regresaré a Buenos Aires para grabar la segunda temporada de una serie de televisión. Haré un cameo en la película La reina de España, secuela de La niña de tus ojos, y, en este momento, estamos fijando fechas para representar El Rey en Madrid durante el próximo otoño.