"El disco es arriesgado porque canté una sola vez y no corregí ni una sola nota". Así define Andrés Calamaro la espontaneidad que envuelve a Romaphonic Sessions, su último álbum y centro de la gira Licencia para cantar, con la que el artista aterrizará en el Palacio de la Ópera este sábado a las 21.00 horas.

El proceso de grabación de Romaphonic Sessions deja patente la sencillez de su condición. Dos días en los estudios Romaphonic de Buenos Aires, sirvieron para que el piano de Germán Wiedemer y la voz de Calamaro se unieran dando forma a una selección de diez temas entre los que se encuentran algunas de las composiciones más reconocidas de la trayectoria del músico bonaerense, como Paloma o Mi enfermedad, y temas de artistas argentinos como Litto Nebbia o Gardel, a quien el músico define como "inopinable".

Lo que comenzó de un modo "casi accidental" como una forma de "cuajar unos ensayos para un concierto" con el que el músico iba a abrir una actuación de Bob Dylan en San Sebastián, desembocó en una grabación "pura, aunque no purista" que, tras ser escuchada por el productor Fernando Trueba, terminó configurando el disco más intimista de Calamaro.

El nuevo trabajo del músico constituye la tercera parte de la serie Grabaciones Encontradas, veinte años después de la publicación del último volumen de esta colección. Romaphonic Sessions fue incluido bajo esta marca por ser "una grabación de archivo, no un disco de estudio con canciones nuevas, ni un disco en directo de una gira reciente".

La gira Licencia para cantar, que evoca las aventuras de "un agente secreto británico con permiso para todo: Martinis y pistolas", si bien responde a la esencia de Romaphonic Sessions, "es otra historia, más completa", como apunta el músico argentino. En ella, la tonalidad vocal de Calamaro y las melodías de Wiedemer se ven complementadas con el contrabajo de Antonio Miguel y la percusión de Martín Bruhn, dando lugar a un mejor "desarrollo de la idea" central de un disco que incluye un "repertorio de mayor complejidad armónica" y canciones a las que los artistas logran imprimir "variantes o cambios de atmósfera".

Tras casi cuatro décadas de carrera musical, Andrés Calamaro no descarta seguir haciendo incursiones en la literatura, una faceta en la que se sumergió el pasado año con la publicación de su primer libro Paracaídas y vueltas. El compositor señala acerca de su vertiente literaria: "Pienso volver a publicar. Intentaba boicotear libros biográficos porque no había proyectos completamente confiables a la vista. Una biografía resultaría blanda. Presumo de olvidos dinamiteros. Nadie puede escribir ciertas historias, ni siquiera yo mismo; pero no descarto próximos libros propios. Aunque necesito tiempo para mejorar como escritor".

Sobre sus próximos proyectos discográficos, Calamaro abre la posibilidad de publicar un nuevo trabajo dentro de la serie Grabaciones encontradas, pero en este caso "más eléctrico". A ese álbum, apunta el artista, le seguiría otro más "rockero". Calamaro apunta sobre sus planes más inmediatos: "Todavía me queda gira para rato. Y tengo que ganarme la licencia para cantar, cantando. La gira es una nueva obra, más que un disco; es un disco cada noche. No tengo urgencia por editar muchos discos inmediatamente. Me toca llevarme buenas sensaciones del escenario".

Las entradas para el concierto que Calamaro ofrece esta noche en A Coruña pueden ser adquiridas desde 30 euros a través de ataquilla.com, caveaproducciones.com, la taquilla del teatro Rosalía de Castro y las sedes Afundación de Galicia.