El auge de los puertos como punto de referencia para las transacciones comerciales dio lugar a diversos brotes e intercambios artísticos. El espectáculo Las Minas Puerto Flamenco parte de esa época para poner el foco escénico sobre la evolución de este género musical de raíces mediterráneas. La obra aterrizará este viernes 8 de julio a las 21.00 horas en el Rosalía en una función para la que las entradas pueden adquirirse a partir de 7,6 euros.

El elenco de Las Minas Puerto Flamenco lo componen un total de diez artistas vencedores en las últimas ediciones del Festival Internacional del Cante de Las Minas, y ligados al flamenco desde diferentes especialidades: tres bailaores, tres cantaores, dos guitarristas, un percusionista y un flautista.

Este último, Óscar de Manuel, destaca "la riqueza estética, musical y estilística" como cualidades que distinguen a este musical de otros de su mismo género: "El público verá algo totalmente diferente a lo que puedan conocer del flamenco, puesto que no se trata de ver a un bailaor solista que concentre toda la atención, sino que hay diez artistas que unen sus disciplinas con sus técnicas y sus sensibilidades alrededor de la música y la vida en los puertos", explica.

El espectáculo es fruto de una serie de musicales flamencos con los que algunos de sus artistas llegaron a ciudades como Bruselas, Tokio o Bombay. A partir de esas actuaciones "se ha formado una gira más personal, enfocada a los inicios del flamenco en los puertos", que la formación al completo planea distribuir por diversas localizaciones de "Estados Unidos y Latinoamérica".

Aunque por el momento Las Minas Puerto Flamenco se ha representado únicamente en España, De Manuel comparte su percepción acerca de la acogida que los espectáculos flamencos tienen a nivel internacional: "El flamenco, por suerte, goza de muy buena salud y hace que podamos llevarlo a cualquier país del mundo a un nivel sublime. La buena recepción se percibe en el respeto, la atención y el trato de la gente", apunta.

El músico, ganador del premio Filón al mejor instrumentista flamenco en el Festival del Cante de las Minas, defiende que la diversidad del flamenco no solo reside en su público, sino en "las diferentes culturas musicales a las que arropa, como pueden ser la jota o la canción popular, que hacen que continúe evolucionando de una manera vertiginosa".