Cuando el arquitecto Toni Gironès recibió la propuesta de participar con una exposición en el ciclo 12 miradas. Riverside decidió mostrar su particular "forma de ser y hacer" a través de un lugar vinculado a su infancia: el cabo de Creus. Gironès presentará esta tarde sus 12 Miradas en un acto que se celebrará a las 20.30 horas en la galería Vilaseco (Padre Feijoo, 5) y que está impulsado por la Corporación Hijos de Rivera y Galería Vilaseco Laboratorio Creativo. El arquitecto ofrecerá una charla introductoria acompañado por el comisario de la muestra, Carlos Quintáns.

La propuesta expositiva de Gironès consistirá en una selección de media docena de ilustraciones vinculadas al cabo de Creus, un punto localizado en el municipio gerundense de Cadaqués. "Llevo más de veintinco años haciendo una serie de dibujos de memoria, más de quinientos, y presentaré un mapa, una topografía del tiempo, en el que sitúo doce de esos dibujos", explica.

El arquitecto sitúa los vínculos entre la arquitectura y el arte atendiendo a la capacidad mediadora de su disciplina profesional. "En ocasiones, puedes profundizar más y transmitir la esencia de un lugar, donde la arquitectura trabaja como elemento de mediación entre las personas y el medio en el que viven. Si esa mediación se transmite con intensidad y a veces con una cierta poética, hay una vinculación directa con el arte", afirma Gironès.

La pasión de Toni Gironès por la arquitectura se remonta a su infancia, momento en el que concibió esta especialidad como "una relación con el planeta a escalas muy distintas" más allá de su tradicional definición como el "arte de construir". En el año 1993, lo que era atracción y afición comenzó a adquirir una dimensión profesional por la que durante estas más de dos décadas ha obtenido diversos reconocimientos, como el Premio Jóvenes Arquitectos de Cataluña o el Premio de Arquitectura Enor.

El proceso creativo que Toni Gironès sigue para realizar sus trabajos parte de una primera fase de observación en la que el arquitecto intenta "entender cómo funciona un lugar y qué valores tiene" para intentar activarlos con su intervención. "Consiste en una pregunta constante, en ser muy crítico y no hacer afirmaciones absolutas y, a partir de ahí, ir aproximándose a una posible propuesta que surja más del rozamiento con el tiempo y las cosas que van pasando que de una imagen premeditada", apunta.

Además de presentar su exposición en la galería Vilaseco, Toni Gironès dirigirá el segundo taller del ciclo 12 Miradas. Riverside este sábado y domingo. El curso, que contará con la participación de veinte alumnos, se llevará a cabo en Ponte da Boga, un espacio situado en el municipio ourensano de Castro Caldelas.