Los trucos de Jorge Blass llegarán este jueves a A Coruña. Como parte del acto de inicio de la Navidad organizado por el recinto del Marineda, el conocido mago se encargará del encendido de las luces, de 19.30 a 20.00 horas, tras el que llevará a cabo una actuación, de 20.00 a 20.45, llena de sorpresas. Después de la visita de este jueves, el mago no se despedirá de la ciudad por mucho tiempo. El 29 y el 30 de diciembre Blass vuelve al Teatro Colón de A Coruña con su último espectáculo, Palabras de Mago, en el que renueva el mundo de la magia y lo sumerge de lleno en el siglo XXI.

-¿Cómo enciende un mago un árbol de Navidad?

-Hombre, [se ríe] con magia, por supuesto. Lo vamos a hacer con magia. Hemos planeado una ilusión para desear feliz Navidad a todos, y creo que va a estar muy chula. De todo el trabajo que hago a lo largo del año, la navidad es la época más fuerte para los magos, porque la magia es ilusión. Cuando ves un espectáculo como este en directo, vuelves a ser un niño, y no hay nada mejor en Navidad que volver a ser un niño.

-¿Cómo va a lograrlo esta vez?

-Con una ilusión muy curiosa: un teletransporte. Un viaje imposible en el escenario de Marineda. También voy a hacer uno de mis números favoritos, la tormenta de nieve, que consiste en convertir el espacio en una gigantesca bola nevada en la que la gente va a estar inmersa.

-Ahora apuesta por la tecnología ¿la veremos mañana?

-Sí. Uso teléfonos móviles y cosas que no se usaban antes. Me gusta innovar, porque la gente agradece ver algo que nunca antes ha visto. Es la premisa de la magia: tenemos que sorprender.

-¿Y a quién prefiere sorprender, a los niños o a los adultos?

-A ambos. Los niños ven cosas que los adultos interpretan de otra forma. Son más inquietos que ellos, pero te regalan momentos increíbles. Sin embargo, lo bueno es cuando en el teatro ves a un padre y a un hijo que tienen la misma cara de asombro. Eso solo pasa con la magia porque, como juega con cosas imposibles, al niño le sorprende y al adulto le rompe los esquemas.

-Y hablando de los más pequeños, ¿qué efecto cree que causará su espectáculo en ellos? ¿Pedirá alguno un juego de magia por Navidad?

-Ojalá, creo que la magia es una afición maravillosa. A mí me ayudó mucho. Yo era muy tímido, y la magia hizo que pudiera comunicarme. Así que ojalá haya niños que vengan a ver el espectáculo y les pique el gusanillo de la magia.