La rivalidad entre las dos grandes ciudades de Galicia -norte y sur- viene de lejos. Unas veces, cada una ignora la existencia de la otra, y entonces aparecen vueltas de espaldas; en otras ocasiones, la actitud es el enfrentamiento, y en ese caso se muestran encaradas. En ciertos ámbitos, como el deportivo, se pueden alcanzar cotas de hostilidad, aunque en los últimos tiempos se está tratando, con bastante éxito, de evitar que las confrontaciones de esta naturaleza excedan los límites de lo razonable. Por eso, cuando dos instituciones tan importantes, en lo artístico y en lo pedagógico, como los conservatorios superiores de ambas ciudades, acuerdan celebrar conjuntamente un concierto, el crítico no puede sino felicitarse y felicitar a los dos centros de enseñanza por haber llevado a cabo una iniciativa semejante. Este primer concierto es, sobre todo, una toma de contacto y -esperemos- el comienzo de una fraternal colaboración que no puede dar sino resultados positivos en todos los órdenes de la vida de estas dos grandes urbes y de Galicia en su conjunto. Como es lógico, no podían esperarse, por el momento, óptimos resultados artísticos. Sobre todo, teniendo en cuenta la elección de un programa tan ambicioso; para dar la medida de su categoría, habría que pensar en una de las grandes orquestas sinfónicas con una batuta de las más importantes del mundo al frente. No importa: se ha demostrado que esta colaboración puede dar excelentes resultados si tiene continuidad y que hay materia prima más que suficiente. No olvidemos que se trata de alumnos, no de profesionales. Y han dejado constancia de su calidad algunas individualidades como la flauta, el oboe, el clarinete? y ciertos grupos, como las trompas; también, la cuerda en su conjunto ha estado a buen nivel, lo que significa una excelente base para construir un proyecto más que notable. En busca del equilibrio, la orquesta se compone de unos ochenta músicos que participan en el proyecto al 50%, A Coruña y Vigo, para hacer un concierto una vez al año en cada una de las ciudades. En el mes de abril, será en Vigo con un programa diferente y con un director de aquella urbe. El público se mostró encantado y hubo un bis: un fragmento de la banda sonora, realizada por John Williams, para el film Far and away (Un horizonte muy lejano), de Ron Howard. Mi felicitación a los rectores de la iglesia de San Jorge por las facilidades otorgadas para la celebración del concierto en este precioso recinto coruñés.