Después de su preestreno ayer en A Coruña, María (y los demás), el primer largometraje de Nely Reguera, llega mañana a las salas de toda España. Rodada íntegramente en Galicia y con una productora gallega, Frida Films, la película mostrará a los espectadores la historia de María, una treintañera que, al ver que el padre al que ha estado cuidando desde la adolescencia se casa y ya no la necesita, se percata de que no sabe cómo vivir su propia vida.

-¿Por qué escogió Galicia para rodar la película?

-Mi padre es gallego, así que pasaba muchas navidades y veranos aquí. Emocionalmente, me hacía ilusión venir, y también asociaba más lo que estaba contando con Galicia que con Barcelona. Además, empecé a escribir el guion en Galicia, y enseguida se impregnó del paisaje gallego.

-¿En qué lugares grabó?

-Una parte transcurre en la casa familiar, que es una muy bonita que encontramos en Vilaboa, cerca de A Coruña. El resto se rodó entre Coruña y la playa de Razo, Carballo.

-Este ha sido su estreno como directora de largometrajes, ¿cómo ha sido el salto a este tipo de dirección?

-Pues yo me lo he pasado muy bien. Ha sido un salto fantástico. Sí que es la primera vez que dirijo una película, aunque ya había dirigido otras cosas como cortos o documentales, así que no era mi primera vez en un rodaje. Pero el salto de eso a dirigir un largometraje, para mí ha sido un placer, porque tenía muchas ganas de contar esta historia.

-¿Hay nervios por el estreno?

-Hombre sí, y tanto. Hay nervios, hay emoción, y hay muchas ganas de que se estrene. Pero sí, claro que hay nervios. ¡Sobre todo porque ahora cuesta tanto que la gente vaya al cine...! Cada vez se va menos. Entonces, sacar una película al cine es como una aventura.

-Muchos largometrajes tratan el momento en el que los padres se dan cuenta de que sus hijos ya no les necesitan, pero no al revés. ¿Por qué decidió mostrar la otra cara de la moneda?

-Porque creo que también puede darse, y porque me interesaba reflejar ese personaje que se ha centrado en cuidar, y que se siente más seguro y mejor encargándose de otros que de él mismo. Me apetecía hablar de una familia en la que se ha generado una estructura que no es la que le corresponde: una hija haciendo de madre, y un padre haciendo de hijo.

-Otro de los temas que trata es el de la inseguridad ante el listón tan alto que la sociedad nos impone desde que nacemos, ¿hay alguna forma sana de afrontarla, o hay que elegir, como María, entre cumplirla o fingir hacerlo?

-Yo creo que lo que hay que hacer es pasar olímpicamente de lo que te diga la sociedad [se ríe]. Asumir tu ritmo para hacer las cosas, y hacerlas en relación a lo que tú quieres. Una de las cosas que trata la película y que me interesaba era esa presión, ya no solo de la sociedad, sino de uno mismo. María es un personaje que, sin llegar a tener realmente claro qué es lo que desea, ya está frustrada por no haberlo conseguido. Lo que quiero con la peli es restarle importancia a esas cosas.

-Ante el compromiso de su padre, María empieza a tomar decisiones un poco insensatas...

-Sí, de pronto se siente desplazada, y cada vez toma una decisión peor que la anterior. Y estás como: "¡por favor, para!" [ríe]. Pero al final su resolución es buena.

-Y todo eso pasa por Cachita, la enfermera prometida de su padre que pone la vida de María patas arriba. ¿También le va a aportar algo?

-Sí. Yo tenía claro desde el principio que Cachita tenía que ser una mujer maja, muy feliz y mucho más libre que María. Un buen referente, aunque María también es alegre cuando se deja.

-El anuncio del compromiso desvela un problema de comunicación entre el padre y la hija. Ella se encierra ante el desmoronamiento del lugar que creía ocupar en el mundo, pero ¿cuál es la excusa de él?

-Creo que no es una excusa, sino su carácter. Es alguien tranquilo. Le da miedo la reacción de su hija, y le supera un poco la situación. Así que, como no sabe cómo planteárselo a la familia, decide hacerlo soltando una bomba.

-La película está nominada a los premios Feroz por mejor actriz protagonista y mejor comedia. ¿Cómo vive un reconocimiento así en su debut?

-Por ahora muy contenta. Ya fue muy bonito que en San Sebastián la prensa lo acogiera tan bien, y ahora me alegro muchísimo de estar nominada en los Feroz, aunque me sabe mal que haya películas muy buenas que no estén nominadas.