A partir del siglo XVIII, los artistas dejaron de creer que el resultado de su trabajo debía ser hermoso. Armados con esa nueva mentalidad, comenzaron a explorar otras vías más allá de la belleza, a causar sentimientos diferentes y a provocar, con su ruptura, el nacimiento del arte contemporáneo, aquel que llega y se confunde con el de hoy. Sin embargo, y por muy distintos que fuesen en su estilo, las obras de estos pintores y escultores seguían teniendo fuertes lazos con el pasado, un hecho peculiar sobre el que versa el nuevo ciclo de conferencias Del presente al pasado. Vanguardia y tradición en el arte español contemporáneo. Este conjunto de charlas, organizadas por la Fundación Barrié en su sede, comenzarán mañana a las 20.00 horas con la intervención de su director, el catedrático de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid Francisco Calvo Serraller, que tratará de desgranar las raíces históricas de los artistas más destacados del siglo XX.

"Este curso pretende acabar con la separación artificial que se hace entre el arte contemporáneo y el tradicional a través de las obras de la vanguardia española del siglo XX", explica Serraller. "El objetivo es demostrar que los artistas tienen profundas raíces en el trabajo que les precedía, y que el arte no se opone a lo que había antes que él, sino que lo completa", añade.

Para empezar a indagar en estos orígenes, Serraller impartirá la ponencia El arte español entre el fuego y el cristal, en la que hablará de las dos tendencias artísticas que, desde el siglo XVI, han coexistido en la pintura española.

"El fuego del título se refiere a la parte emocional del arte, y el cristal a la más mental. Tradicionalmente, se insistió en que lo característico del arte español era su fogosidad, el realismo expresionista. Sin embargo, junto a esa veta también ha habido una parte mental y geométrica muy importante, algo que intento mostrar en mi charla, por medio de obras como las de Zurbarán, Rivera y Goya", dice.

Aunque parezca un tema complejo para los neófitos del arte, Serraller asegura que el ciclo no excluye a nadie: "Es un curso completamente didáctico. No está dirigido a especialistas, ni hablaremos de artistas extraños de los que nadie sabe nada", dice. "A lo mejor los asistentes no conocen en profundidad las obras, pero lo bueno es que aquí se lo van a explicar. Es un ciclo estupendo que animará a la gente a dar una oportunidad al arte tradicional y contemporáneo", explica.