La fuerza colorista de la pintora Paloma Díaz-Castroverde y la potencia de las imágenes de José Luís Fernández Liz se unen en Entre lápices, óleos y fotografías, una exposición que se inaugura esta tarde a las 20.00 horas en la Casa Museo de María Pita. La muestra, que podrá visitarse hasta el 5 de marzo, reunirá alrededor de 18 obras, surgidas a partir de los viajes que los artistas han realizado a lo largo del mundo durante los últimos años.

Aunque el tema parezca semejante, el modo escogido por los autores para plasmarlo no lo es. Paloma Díaz presentará ocho óleos en pequeño formato que, bajo el nombre de Sensaciones de color, mostrarán mayoritariamente paisajes inéditos de Galicia. José Luís Fernández, en cambio, ofrecerá imágenes de un tamaño mayor, escogidas de Fotos escritas a mano, una muestra más diversa geográficamente y ya expuesta con anterioridad. "Son imágenes de muchos sitios del mundo en los que he estado. Hay fotos de África, de Europa, de Lugo? Los sujetos y los lugares fotografiados son muy variados, y las instantáneas no siguen una temática concreta, aunque la mayor parte de las fotos tienen un elemento humano", explica el autor.

Como complemento de estas imágenes, Fernández añadirá un texto a cada obra, en el que volcará una reflexión sobre el significado que la instantánea tiene para él una vez realizada: "Después de hacer las fotografías, analizo las conversaciones que tengo con ellas. Las fotos las haces en un momento determinado porque hay algo, alguna mezcla de factores, de colores o de formas que te hacen disparar. Pero una vez que las analizas, resulta que se desvían de aquella sensación inicial que tuviste al tomarlas. Te cuentan otra serie de historias, que son las que vuelco en mis textos", comenta. Muchas veces, estas nuevas historias están compuestas por la situación de sus protagonistas, que dotan a las imágenes de una cierta carga crítica: "En algunas ocasiones conozco las circunstancias de las personas a las que fotografío, pero en otras no hay una relación tan íntima y simplemente escribo el texto por todo el discurso que se deriva de ella", dice el fotógrafo. "Cuando inmortalizo una escena, no estoy pensando en denunciar cosas, pero me muevo por mi contenido ideológico, así que suelo disparar cuando hay algo que me parece denunciable", añade.

Las imágenes resultantes no le han resultado indiferentes a su compañera de exposición. Díaz se ha basado en una de las fotografías del autor para realizar la obra que destaca dentro de su muestra. "Tengo pinturas de la Playa de Las Catedrales, de Los Ancares, de las Islas Cíes, un bodegón... y Mirada, la más bonita. Es un cuadro inspirado en una de las fotografías que José hizo en Alejandría, y que muestra a un grupo de mujeres con velo de espaldas a la cámara, salvo una de ellas, que mira hacía atrás", explica. El color que Díaz emplea tanto en esta obra como en el resto de su producción es uno de los elementos que resalta como punto de unión entre las muestras reunidas: "Mis cuadros son una marea de colores, y José también hace cosas muy coloridas. Son exposiciones que casan muy bien, y espero que les gusten a la gente", dice la pintora.