Nacieron en Bruselas, pero nunca olvidaron Galicia. El grupo Ialma, formado por Verónica Codesal, Magali Menéndez, Natalia Codesal y Marisol Palomo, recupera de nuevo tras cinco años sus sonoridades gallegas con Camiño. De Bruxelas a Santiago, un disco que lanzaban a finales del año pasado y que presentan este domingo a las 20.00 horas en la Sala Garufa Club.

-Camiño es un homenaje a la emigración, ¿era un álbum más necesario ahora que nunca, con el rechazo que se está creando en torno a los emigrantes?

-Marisol Palomo: Totalmente. Con este disco, lo que queríamos era contar nuestra historia, la historia de la emigración, y hacer un homenaje a nuestros abuelos y padres. Mientras trabajábamos en este álbum, lo que menos esperábamos era que, cuando saliera, estuviera en plena actualidad. Eso hizo que fuera todavía más fuerte tanto la grabación como la emoción que se transmite en las actuaciones.

-Hablan del camino de sus padres pero ¿cuál es el suyo?

-M.P.: Nuestro camino empieza desde muy jóvenes, en los centros gallegos, donde nos pidieron cantar para acompañar los bailes. Muchos nos dicen que el proyecto de Ialma no habría podido existir si no hubiésemos nacido en la emigración, porque no nos parecemos a ningún grupo de Galicia. Eso también es bonito: cuando vamos a Galicia nos llaman las belgas, y cuando estamos en Bélgica somos las Ialma de Galicia. Nuestro trabajo se basa en la riqueza de la cultura gallega, y con él tratamos de dar a conocer en el extranjero todas sus diversidades.

-¿Cuidamos esa riqueza cultural en Galicia?

-Verónica Codesal: Sí, aunque a nivel de la lengua se podría hacer más. Nosotras desde aquí tratamos de llevar el gallego por delante, y decir que no, que no es un idioma minoritario, porque lo presentamos en el mundo entero y funciona.

-En el concierto no solo van a cantar, también van a contar historias, un diálogo entre una abuela y su nieta. ¿Qué se dicen?

-M.P.: La niña le pregunta a la abuela cosas como cuándo se fue o si estaba triste, y la abuela le cuenta que se marchó porque hablar gallego estaba prohibido. Que no se podían escribir poesías ni hablar de política. Son sucesos que muchos de los espectadores han vivido. Estamos hablando del franquismo; pero te das cuenta de que la historia es la misma que muchas otras.

-También hablan de los refugiados, en Cantar do refuxiado.

-V.C.: Lo hacemos porque a nuestros padres les llamaban emigrantes, pero hoy en día les llaman refugiados y es lo mismo. Con lo que se está viviendo, nos parecía imprescindible dedicarle un tema a ese colectivo.

-La realidad de los refugiados es muy dura, pero en Camiño hay hueco para la esperanza. Pienso en Seremos, donde imaginan un mañana de paz.

-V.C.: Tratamos de ser positivas, pero no es fácil, porque lo que vivimos en Bruselas fue horrible. Una de las chicas de Ialma, Magali, estaba en el metro anterior al que explotó, y no conseguíamos comunicarnos con ella. Seremos estaba escrito antes de que eso pasara, y ahora, cuando la cantamos, adquiere una dimensión mucho más grande.