No pensaba hacer apropósitos, pero un concurso con el nombre de su abuelo le animó a presentarse. Antón de Santiago, que entre 1983 y 2011 llevó a escena 25 de estas piezas teatrales, repasa con O apropósito coruñés. Unha ollada desde dentro la historia de estas creaciones, una tradición carnavalesca cuyo recorrido presenta esta tarde a las 20.00 horas en el Círculo de Artesanos.

-¿Cómo es el apropósito coruñés?

-Es una forma teatral que presenta una situación costumbrista con referencias a la actualidad. Nace en 1850, cuando los miembros del Círculo de Artesanos usan el molde del apropósito teatral y le meten la crítica propia del carnaval, creando el apropósito genuinamente coruñés.

-A partir de ahí, su abuelo les dio un gran impulso.

-Sí, fueron cogiendo auge y empezó a haber gente fuera del Círculo que se puso a hacer apropósitos, entre ellos mi abuelo, Antonio Santiago Álvarez Nito. Fue ganando popularidad hasta el año 1936, cuando se hizo el último. Con la guerra se acabaron, pero en 1949 Alfonso Molina le pidió a mi abuelo que los recuperara, y estuvo haciéndolos hasta 1966.

-Desde ese año no hubo más hasta 1983, cuando usted tomó el relevo, ¿cómo ocurrió?

-Ese año llegó una Corporación municipal que quería recuperar el apropósito y que convocó un concurso. Yo estaba en Madrid estudiando en la Escuela Superior de Canto, y nunca había querido hacer un apropósito, pero como llevaba el nombre de mi abuelo, decidí presentarme. Lo gané y empezó todo. Creé la Compañía de Apropósitos Nito y terminé haciendo 25.

-¿Hay alguno del que se sienta especialmente orgulloso?

-Me gustó mucho el de 1989. Lo titulé P.V.V.: Adicto a la heroína, y se armó un poco de revuelo, pero la heroína era María Pita. En el apropósito, Paco Vázquez la traía a A Coruña, y le empezaba a enseñar el castellano y el inglés. Ella decía: "It is a chair"; y Paco: "No, chair, María Pitiña, chair"; y ella: "Chea estou eu!". Me gustó mucho.

-¿Cuál fue el mejor momento para el apropósito?

-La época que coincidió con la era Paco Vázquez estuvo muy bien, pero en el libro considero que los años dorados fueron los diez anteriores a la guerra, porque había mucha gente que los hacía. La etapa de mi abuelo después del conflicto también fue buena. Fue cuando yo empecé a vivirlos, y recuerdo ver cómo la gente bajaba de los barrios el miércoles de ceniza para verlos.

-Sin embargo en el 2011 se acabaron, los dejó, ¿por qué?

-Habíamos hecho apropósitos de forma continua desde 2002 hasta 2011, pero en 2012 la nueva Corporación del Ayuntamiento pasó olímpicamente. Me llamaron una semana antes, y se columpiaron, porque un apropósito necesita tiempo. La crítica con humor puede ser demoledora, por eso a muchos poderosos no les gustan los apropósitos. Y a ellos no les interesaba nada.

-¿No pensó en retomarlos?

-Me cortaron las alas y ya dije que no iba a hacer ningún otro, pero sí tengo ganas de que se recuperen. Yo tengo una hija que escribe muy bien, y le he insistido muchas veces para que hiciera alguno, pero le pasa lo mismo que me pasaba a mí cuando me decían que hiciera un apropósito y pensaba: "Madre de Dios". De todas formas, gente que haga humor nunca falta, así que espero que aparezca alguien.

-La gente tiene sentido del humor, pero también es muy susceptible. Fíjese en lo que ocurrió con el cartel de Guitián.

-Habría que ver de dónde viene la susceptibilidad, la gente a veces es muy exagerada. Yo también saqué al Papa en mis apropósitos, y además lo puse bebiendo Albariño. En 2007, cuando Paco Vázquez estaba de embajador, hice el apropósito Si a Paco se la dan, Benedicto se la bendiga, en el que traía al alcalde de vuelta a A Coruña con el papa Benedicto. Aparecía por el patio de butacas un papa móvil con Benedicto y Paco Vázquez pidiendo paso.

-Presenta este libro sobre los apropósitos apenas una semana después de presentar otro, Cantigas Líricas Galegas.

-Debuté en A Coruña como cantante lírico con un monográfico de cantigas líricas gallegas. Esos poemas tiraban de mí para ponerles música, y al final lo hice. Ahora ahí está el libro, para que quien quiera interpretarlas tenga las partituras.

-No solo hay poemas de autores gallegos, también hay textos suyos.

-Hay un canto de cuna que escribí cuando nació mi primera nieta, Biquiño de brisa. También escribí dos piezas corales, Amor que ven de lonxe y Peleriños da estrela, un divertimento que cuenta que los peregrinos son extraterrestres que vienen a Santiago.

-Además de estas dos obras, en su libro Cantigas Líricas Galegas se dice que tiene pendiente la publicación de dos novelas, ¿cuáles son?

-Estoy tratando de publicar una novela dramática, y escribiendo otra que pretende ser una mirada irónica sobre la vida pasada desde que nací. Pero el que más me ilusiona es el libro de los apropósitos. Quiero que la gente conozca su historia y que no se pierdan.