Asegura que nunca quiso tener una marca de joyería, pero ahora dirige una potente e innovadora firma dentro del sector. La arquitecta Cristina Sánchez, una de las dueñas de la empresa coruñesa Sansoeurs, daba hace 7 años junto a su hermana Estefanía el paso de construir una compañía de creación y venta de joyas artesanales. Aunque comenzó con la modesta venta de las piezas entre amigos y un pequeño taller en la ciudad, hoy posee tiendas en varios países del mundo, y presenta, a las 20.30 horas en la Galería Vilaseco como parte del programa cultural 12miradas::Riverside, la visión artística que lanzó al éxito su marca.

"El proyecto comenzó durante el último año de universidad, como una afición", cuenta la encargada de la charla de esta tarde, Cristina Sánchez. "Conseguimos hacer las primeras piezas en oro y plata en este mundo prohibitivo que es el de las joyas, y vimos que existía ese nicho de mercado para gente de nuestra edad", añade.

Aunque al principio Sánchez combinaba su trabajo en Sansoeurs con empleos "más serios" vinculados a su carrera, desde hace tres años la joven se dedica por completo a su empresa. Ayudada por su hermana, que la asesora desde el extranjero, emplea sus conocimientos de arquitectura y su estudio del cuerpo humano en la etapa que más disfruta, el diseño, donde trata de marcar la diferencia: "Intento adaptar las joyas al movimiento y a la relación entre las personas, hacer cosas ingeniosas con oro, plata y diamantes", explica.

El resultado, dice Sánchez, son "piezas muy delicadas, como gestos, muchas veces invisibles en la distancia pero que proporcionan una esencia a la persona que las lleva". Sus pendientes, anillos, piercings y collares se inspiran en la cultura japonesa, un país que dejó una huella en Sánchez tras sus prácticas en el estudio de Tokio de Kazuyo Sejima y Ryue Nishizara, Sanaa, y que ahora se refleja en todos sus diseños: "Los arquitectos japoneses marcaron mi vida. Respetan mucho el producto, tienen una sensibilidad muy alta y cuidan los materiales", cuenta.

Durante su charla en el programa 12miradas::Riverside, impulsado por la Corporación Hijos de Rivera y el Laboratorio Creativo Vilaseco, la artista hablará de varios de estos valores, a los que añadirá otros como ser fiel a la idea original y "no abrirse a todo lo que pueda parecer atractivo" si uno no se siente identificado con ello. La idea de crear "un proyecto consolidado" es lo que ha permitido a Sansoeurs mantener a su público después de que, gracias a la difusión de las joyas realizada por la bloguera Gala González, las hermanas Sánchez dieran el salto al panorama internacional.

Desde entonces, han vestido a personalidades como la rusa Irina Shayk, Blanca Suárez o Ariadne Artiles. Sin embargo, la diseñadora asegura que, salvo algún cambio en el mercado, los cambios desde sus inicios no han sido sustanciales: "La verdad es que ha habido pocos cambios. Quizá que ahora hay más competencia que antes, y que, aunque en nuestros inicios empezamos sobre todo con anillos, hoy el producto estrella son los pendientes, porque permiten un montón de estilos", afirma.

Como variaciones futuras, Sánchez se ha planteado comenzar nuevas líneas de productos. Junto al ámbito de la joyería femenina, la arquitecta espera introducirse en el mundo del mobiliario, en el que ya ha dado sus primeros pasos con la creación de un tocador, una de las 12 piezas que usará para ilustrar su conferencia. "Me gusta mucho el diseño interior, y creo que estaría bien llevar a cabo un proyecto en paralelo al de las joyas. Llegar al diseño de objetos, y aplicar lo que estoy aprendiendo, pero a otra escala", declara.