Vive a caballo entre el mundo sinfónico y el jazzístico, pero triunfa en los dos por igual. Simón García, compositor mugardés y contrabajo de la Banda Municipal de A Coruña, demuestra nuevamente esta semana su versatilidad musical con la presentación en la ciudad de su último proyecto de jazz, Bassically, que interpretará en el Jazz Filloa junto a su cuarteto Simón García Quartet. Pablo Añón (saxo alto), Iago Mouriño (piano), Miguel Cabana (batería) y el propio García tocarán hoy, en dos pases fijados a las 22.00 y de las 23.00 horas, las ocho piezas que conforman la obra del músico, que partió para crearla de composiciones realizadas anteriormente para un cuarteto de contrabajo.

"Muchas veces se cogen piezas de jazz y se arreglan para otros instrumentos, pero este proyecto se caracteriza por lo contrario, es una transformación a la inversa", explica el compositor, que ha querido reflejar el origen de las composiciones en el nombre de la obra. " Bassically no es un error tipográfico, sino un juego de palabras. Una mezcla entre 'bajo' y 'básicamente' en inglés, porque la música procede principalmente de ahí", comenta.

Las piezas, que abarcan estilos jazzísticos como el swing, el funk y la bossa nova, son algunas de las muchas composiciones que García ha creado dentro de esta línea musical durante los últimos años de su carrera artística. Las escribe para contrabajo, un instrumento para el que no se compone en demasía, pero que no le ha dificultado el proceso de adaptación. De hecho, los únicos cambios realizados por el músico con respecto a las obras originales, que ya se han interpretado en lugares como el Suntory Hall de Tokio y la Royal Danish Opera House de Copenhague, han sido los relativos a los nuevos instrumentos de su cuarteto, a los que ha tenido que ajustar las piezas. También ha incluido fragmentos para la improvisación, una parte vital del jazz, en las composiciones que carecían de ellos, dando como resultado una "obra elaborada y espontánea".

Según el mugardés, esta facilidad en la adecuación se debe a que "la mayoría de las piezas ya estaban pensadas para jazz". Como el género musical se mantuvo intacto, no fueron necesarias grandes intervenciones, salvo en una de ellas, A summer day, que García señala como único obstáculo. "Originalmente la creé para soprano y cuarteto de contrabajo, así que le tuve que dar una vuelta de tuerca para pasar de ese estilo clásico al que quería ahora", cuenta el compositor, que dice haber obtenido tras las modificaciones "una balada muy sentimental".

Tanto A summer day como el resto de las piezas, que se grabarán en un CD este otoño, ya se interpretaron el mes pasado como parte del ciclo Deleite ao vivo de Santiago, en el que participó la misma formación. A pesar de que fue precisamente este programa de jazz el que inició con su petición el proyecto de Bassically, García asegura que es este segundo concierto en A Coruña el que le impone más respeto, debido principalmente a la relación de familiaridad que guarda con la sala. "El Jazz Filloa es casi como nuestra casa, porque estamos tocando allí cada mes. Y presentar un proyecto propio en casa siempre da más miedo", dice.

No será el único estreno que tenga que afrontar. Poco tiempo después de su concierto en la ciudad, el sábado, saldrá a escena otra de sus composiciones, esta vez al otro lado del atlántico. Dreams can come true sonará en Ithaca, Nueva York, como parte de la de la convención anual internacional de contrabajo organizada por la International Society of Bassists (ISB), que ha querido celebrar sus 50 años de vida con una de las piezas de García. Los encargados de interpretarla serán los Jóvenes Bajistas de la ISB, que se enfrentarán a una obra didáctica y cercana a su registro, en la que el compositor ha introducido, con un giro especial, una cita musical de El elefante de Camille Saint-Saëns: "Cogí sus fragmentos más característicos e hice una especie de deconstrucción. La esencia de la obra está ahí, pero en otro contexto", explica el compositor, que quiere aprovechar el talento de los intérpretes a los que va dirigida su obra. "Saint-Saëns sacaba todo el potencial de los músicos y, si conociese la realidad actual del contrabajo, estoy seguro de que habría escrito algo similar a lo que yo he hecho", concluye.