Félix González convierte algo ruinoso en arte. Esa es la magia que se esconde detrás de su cámara de fotos. El café de Macondo es el escenario escogido por el artista para exponer su última obra, Strange World. Ha viajado por Europa sin la intención de visitar los monumentos más emblemáticos de las ciudades, sino con el objetivo de encontrar lugares abandonados. "Me gusta mostrar la decadencia y la historia que se esconde detrás de cada sitio", comenta el fotógrafo, al que le gusta especialmente su trabajo en Portugal. También de Galicia tiene alguna instantánea. "Me gusta encontrar este tipo de sitios. Sé que no es una temática muy habitual", reconoce.

Lleva cinco años centrado en este tipo de fotografía que lleva más de dos semanas expuesto en Macondo, a dónde se han acercado numerosos curiosos y seguidores. "Entiendo que llame la atención", comenta Félix González. Consigue dar vida a mansiones abandonadas, centrales eléctricas que en su día proporcionaron luz a miles de casas e incluso a un antiguo cine.

Strange World también se puede visitar en un bar de Valladolid. De momento, no tiene pensado hacer más exposiciones hasta después del verano, periodo en el que trabajará en busca de nuevas fotos y lugares a los que dar vida a través de su objetivo. "Tengo pendiente ir a Bélgica, que es la meca de los lugares abandonados. Ya lo planeé varias veces y por unas cosas u otras no pude ir pero este verano, probablemente el mes que viene, lo exploraré", confiesa.