Su nombre es Patricia Campillo, pero se la conoce como Cía, una cantautora ponferradina que se proclamaba esta semana junto a su Small Field Band como la ganadora del XIX Concurso de Bandas y Solistas que Cuac FM organiza cada año de cara al Festival Noroeste. Sus composiciones pop rock, y las historias de amor, desamor y amistad que ya ha plasmado en su primer trabajo, Calibrando, sonarán el 11 de agosto en el escenario de la playa de Riazor, el espacio central del festejo en el que actuarán también grupos como los Kaiser Chiefs o Surfin' Bichos.

- ¿Cómo recibió la noticia de su victoria en el concurso?

-Me había olvidado de él, porque había muchas bandas y estaba bastante difícil. Cuando me llamaron para decírmelo me llevé una sorpresa y no me lo creía, pero ahora estamos muy contentos. Tocar en el escenario grande del Riazor y en un festival tan grande como el Noroeste es un subidón.

- ¿Qué cree que va a suponer para su carrera?

-Primero una gran experiencia, y después... Espero que pueda ser un pequeño trampolín. Que me haga un poco más conocida para que la gente me escuche y para poder tocar en otras salas y festivales.

- ¿El haber ganado tras la descalificación de Hexany hace que viva de forma distinta este triunfo?

-Bueno, para mí significa lo mismo porque en realidad al menos quedé segunda de 140 grupos, y eso también es importante. Aunque cuando me contaron lo que había pasado con Hexany me dio un poco de pena, porque son buenos.

- ¿Ya tiene pensada su actuación en Riazor?

-Todavía estamos pendientes de saber el tiempo que tenemos para el concierto, pero tocaremos alguna canción nueva. La ocasión lo merece.

- Ese plural es por la Small Field Band, con la que estará en el escenario. ¿Cómo empezó a colaborar con ellos?

-Hace como tres años hice un concierto en Betanzos y vinieron a verme. En principio iba yo sola con una guitarra y un teclista, y después de la actuación ellos mismos dijeron que necesitaba una banda, que había que darle más caña a las canciones. Probamos y el resultado fue bueno, así que nos lanzamos, hicimos un crowdfunding, conseguimos grabar un disco... Todo fue muy rodado, algo que surgió en un concierto y que acabó cuajando muy bien.

- En la música comenzó haciendo versiones, ¿le resultó difícil pasar a mostrar sus propias composiciones?

-Sí, la verdad es que me costó, porque son temas que para ti tienen un significado, pero que a los demás pueden llegar de una forma más o menos directa. Me preguntaba cómo recibiría la gente mis canciones, pero al final la respuesta fue buena, y eso es lo que me empujó a seguir componiendo.

- ¿Es a esa indecisión a la que se refiere el título de su disco, Calibrando ?

-Sí, me costó decidirme para lanzarlo, porque te expones públicamente, lo muestras todo... Puede salir bien o mal, y tienes que estar preparado por si sale mal. Aparte, las cantautoras femeninas estamos en un mundo un poco de hombres, y es complicado llegar a la gente y hacer ver que somos más que una chica mona que canta bien. Sopesé todas esas cosas y de ahí el nombre de Calibrando, porque después de tanto calibrar y medir, al final dimos el salto.

- ¿Y cómo ayudarán los 700 euros del premio a ese proyecto?

-Todavía no lo he pensado, pero quizá lo use para grabar el primer videoclip del disco, el de la canción No deben volver. Lo tengo pendiente, y estoy esbozando con una productora de A Coruña algunas ideas de cómo puede ser. También estoy componiendo, pero quiero concentrarme en Calibrando. En este caso, es el protagonista.