El prestigioso director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel ofrece esta noche en Santiago de Compostela un concierto junto a la Orquesta Sinfónica de Galicia y el Orfeón Donostiarra en la emblemática Praza do Obradoiro, y lugar desde el que ha reivindicado la música como una herramienta para favorecer el "cambio social".

Dudamel ha manifestado esta tarde la "infinita alegría" que le supone "poder estar presente y formar parte" de la iniciativa Palabras para Galicia, que promueve la entidad financiera Abanca y que se encarga de la organización de este concierto, así como de varios encuentros del director con músicos y jóvenes en los días previos.

"Se están desarrollando estos espacios para poder construir un mensaje de esperanza, un mensaje constructivo para el futuro de nuestros jóvenes y nuestros niños", ha celebrado el orquestista venezolano, que ha recordado que él mismo formó parte de un programa de formación y capacitación a través de la música en su infancia que le permitió alcanzar su lugar actual.

En el concierto de esta noche, Dudamel dirigirá a la Orquesta Sinfónica de Galicia, "un nuevo reto" -ha asegurado- después de haber estado seis años sin estrenarse con ningún repertorio de músicos nuevo, más allá de sus habituales Orquesta Filarmónica de Los Ángeles o la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar o incluso dirigir el concierto de Año Nuevo con la afamada Orquesta Filarmónica de Viena.

Junto a estos músicos, y tras tres ensayos previos, interpretará la novena sinfonía de Beethoven, que ha definido como "la mejor obra para un encuentro como este", una melodía a favor de la fraternidad y la solidaridad en el marco de una ciudad "emblemática" y "milenaria" en cuyos caminos se forjó la identidad europea, pero a la vez "llena de juventud" y de "futuro".

Dudamel ha confesado que se sintió tentado de traer, como acostumbra, repertorio clásico latinoamericano a su concierto, respetando sus raíces, pero ha apostado sin embargo por la obra de un "compositor universal" que "cala justo al momento" por su "mensaje muy profundo de humanidad".

El director también ha destacado los vínculos entre Galicia y Venezuela, para llegar a sentenciar que se siente medio "gallego" por el arraigo de los emigrantes en su país, hasta alcanzar "una conexión ya sanguínea" que arma "un puente inquebrantable" entre ambos pueblos.

Asimismo, Dudamel ha lamentado que "dentro de la educación cotidiana" de los actuales estudiantes "a veces la cultura está muy apartada", para más inri en un momento en el que se debe dar "la justa importancia" al arte como mecanismo para superar los convulsos tiempos actuales y aprender a disfrutar de la "belleza".

En este sentido, ha incidido en la importancia de que el concierto que dará en la capital gallega sea en una plaza, ya que aunque disminuyan las cualidades acústicas del recinto, supone una "oportunidad de inclusión, de llevar la música a otros niveles" y "romper esos muros" que relegan a la música clásica a unas élites minoritarias.

"Cuando se hace masivamente -un recital de música clásica- cobra una dimensión importantísima", que coincide de lleno con la intención de Dudamel de hacer extensivo el arte clásico a toda la población y permitir que forme parte del desarrollo de todos los individuos.

El orquestista ha puesto como ejemplo su país, donde "por muchos años fue difícil" hacer triunfar un proyecto de implantación de la música clásica que empezó con una decena de niños para únicamente dos orquestas y que a día de hoy integra a más de 700.000 jóvenes en decenas de agrupaciones repartidas por todo el país.

"La música está moviendo un país", ha sostenido, "especialmente en un momento tan complejo como el que está viviendo", en el que priman el "conflicto" y el "desencuentro" frente a la unidad.

Sobre la situación política de Venezuela, Dudamel no ha tenido reparos en hablar ante las varias preguntas que los periodistas le han hecho en la rueda de prensa de esta tarde.

"No se puede imaginar cómo me duele mi país. A pesar de estar viajando por el mundo, soy demasiado venezolano", ha aseverado, antes de añadir que ve a Venezuela sumida en un momento de "mucho ruido" en vez de aprovechar sus potencialidades para crecer y dar bienestar a todos sus ciudadanos.

"Lo más importante en este momento es encontrar esos puntos de encuentro, esos puntos de unión para que Venezuela pueda nuevamente encaminarse en un sendero de productividad y de paz", ha considerado Dudamel, en el sentido de que para que después de haber "tocado fondo" a raíz de todo el conflicto desatado, se pueda converger y también "desarrollar herramientas importantes" para un futuro de convivencia que deje atrás la "división" imperante.

El mejor homenaje -ha concluido- para todos los muertos en el conflicto es "buscar el camino para salir" del mismo.

El director de orquesta ha comparecido ante los medios acompañado por el consejero delegado de Abanca, Francisco Botas, y por el director de la Orquesta Sinfónica de Galicia, Dima Slobodeniuk.

En su intervención, Botas ha subrayado que el concierto que dirigirá Gustavo Dudamel es un "evento de primera magnitud" que encarna perfectamente la filosofía y los valores que el ciclo Palabras para Galicia quiere transmitir en su segunda edición, después de la visita del Nobel indio de la Paz, Kailash Satyarthi.

El consejero delegado de Abanca ha explicitado también su "admiración" por la obra del director venezolano, así como por su compromiso social en trabajo y valores para la "integración y la ayuda a los colectivos desfavorecidos de niños".