Dice que está en el momento de estrenar roles, y Amelia, de Un ballo in maschera, no podía ser una excepción. Saioa Hernández, la soprano madrileña que recuperó del olvido obras como La Wally y Zaira, volverá esta noche a las 20.00 a meterse en la piel de la esposa de Renato para dar vida de nuevo al melodrama de Giuseppe Verdi. Acompañada de Juan Jesús Rodríguez y Gregory Kunde, la artista cantará a los amores imposibles en la segunda función de esta ópera, que el pasado viernes se estrenaba con éxito en el teatro Colón.

- La definen como la soprano española de moda en Italia, ¿por qué funciona tan bien allí?

-Espero no ser una moda y durar [se ríe], pero últimamente es verdad que se me ha visto mucho en Italia. Ha sido sobre todo a partir de una producción, La Wally, una ópera que hacía mucho que no se hacía allí. Se reestrenó y ha tenido mucho eco.

- Ya se ha hecho popular por recuperar esa clase de papeles.

-Sí, ha coincidido que me caen todos estos roles un poco dejados. Es curioso, pero para mí es genial, porque es un descubrimiento y porque sé que estoy haciendo algo que de un modo u otro hará historia. También sucedió en el caso de Zaira de Bellini. Se habían hecho grabaciones como la de Scotto, pero creo que en Italia solo se había representado una vez.

- Precisamente Scotto, y también Caballé, fueron dos de las figuras que le acompañaron como maestras en su carrera. ¿Qué ha aprendido de ellas?

-Me enseñaron la actitud en el teatro y ante este trabajo. Y también el ser humilde. Caballé y Scotto son muy directas y claras. Esto no le gusta a mucha gente, porque se siente intimidada o agredida cuando le dicen las verdades, pero las verdades son necesarias para crecer. Sobre todo en un mundo de cantantes como el nuestro, en el que o tienes los pies en el suelo, o te comen. Uno tiene que saber cuáles son sus fallos y saber corregirlos, si no, en la ópera estás perdido. Ellas te los dicen claramente, y hay que saber encajarlo.

- Pero a veces picará un poco.

-Depende de a lo que estés acostumbrado. Si a uno siempre le dicen cosas buenas, es normal que te piquen. Pero mí me han dado palos por todos lados. Uno tiene que aprender de ello. Yo no soy de los que no leen las críticas para que no me afecten. Yo las leo todas, e intento hacerlo siendo objetiva. Normalmente siempre sacan la puntillita aunque lo hayas hecho bien, pero no hay que olvidar que el mayor crítico somos nosotros mismos. Días perfectos en la carrera hay muy pocos, hay que entender que casi siempre van a ser días imperfectos.

- Esta noche interpretará por segunda vez Un ballo in maschera , una de las piezas de la programación lírica dedicadas a Ángeles Gulín. ¿Cómo se siente protagonizando este homenaje?

-A mí me encanta Ángeles Gulín, es una de mis cantantes de referencia. Me siento orgullosa de formar parte de ello.

- Lo interpretará junto a Gregory Kunde, con el que también estuvo en su debut con Norma . Desde aquella han sido muchos roles, ¿cuál ha sido el más complicado?

-Wally e Imogene de Il pirata creo que son los más complicados que he hecho hasta ahora. Wally porque es un rol muy denso, que te lleva físicamente a puntos bastante extremos, y porque era un tipo de música al que hasta ahora no me había enfrentado. Y luego Il pirata, porque tiene bastante grave y sobreagudo, es muy largo y la soprano no para de cantar. Pero me encantan los retos, y me gusta mucho cuando consigo conquistar un rol.

- ¿Alguna vez interpretó un personaje para el que creía que todavía no estaba preparada?

-Cuando debuté Norma ya me pasó, pero no sé si era cuestión de no estar preparada. Creo que quizá no lo estaba psicológicamente, porque de pronto debutar en Italia, al lado de la casa en la que nació Bellini, con Kunde? Psicológicamente me quedaba muy grande. Además son roles de madurez. Los tienes que debutar porque será tu repertorio, pero son roles que con el tiempo se van afinando.

- ¿La ópera da más o menos oportunidades que otros géneros a la gente joven?

-Creo que más. Sales del conservatorio y, quieras o no, lo haces con un título. Pero también depende de lo que quieras hacer. Si quieres apostar por ser solista, no vas a nada seguro. Ahí hay que buscarse la vida. Tienes que ser muy valiente y renunciar a muchas cosas.

- Le hablaba antes de Un ballo in maschera . ¿Cómo ha preparado el personaje de Amelia?

-Este año estoy en un punto en el que estoy debutando todos los roles que estoy cantando. Es la primera vez que los hago, y me estoy centrando mucho en el tema técnico y musical. Que sea muy preciso musicalmente y que la voz esté donde tiene que estar. Quizá no le estoy dando tanta importancia a la parte expresiva, aunque obviamente se la doy, pero digamos que lo que quiero es que los roles estén muy bien aprendidos para luego, en el futuro, seguirles dando vueltas.

- Tras su actuación en A Coruña, se sumergirá en la interpretación de Aida con la Ópera de Turín. Hace 6 años ya preveía que la interpretaría. ¿Cuáles cree que vendrán en el futuro?

-¡Es verdad que me ha pasado! Parece que tengo una brujita ahí que va diciendo las cosas y van saliendo. Hace un año me preguntaron qué roles me gustaría debutar, y yo dije Il trovatore y Un ballo in maschera. Y mira, vengo de hacer Il trovatore y ahora Un ballo in maschera [se ríe]. Llevo tiempo diciendo que quiero hacer reinas de Donizetti. A ver si llega.