El cómic y las grandes obras de la historia de la pintura se dan la mano desde ayer en la sede de Afundación, donde más de 73 dibujantes e ilustradores las han versionado para la muestra A arte no cómic. Hasta el 6 de enero, gallegos como Miguelanxo Prado y Brais Rodríguez, y autores internacionales como Catherine Meurisse y Marc-Antoine Mathieu, exhibirán su interpretación de piezas como La Gioconda de Da Vinci y el Almuerzo sobre la hierba de Manet, que podrán verse por primera vez en Galicia junto a la historieta de Jacobo Fernández inspirada en 26 obras de la entidad.

Gran parte de la muestra nace de una estrecha colaboración de Afundación con otras instituciones museísticas. El Museo Louvre, el Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou, el Museo de Orsay, el Thyssen-Bornemisza y el Prado han cedido material para la conformación de la exposición, producida por la Fundación Telefónica. De los dos últimos centros españoles, A arte no cómic ha recibido varias piezas inéditas que, como apuntó ayer en rueda de prensa la coordinadora del Área de Cultura de Afundación, Marité Cores, "ni ellos mismos han expuesto" todavía, y que acompañarán a las obras que los museos han ido encargado a los dibujantes en la última década.

"Con esta exposición estamos al nivel de los grandes museos de París, estamos haciendo vanguardia internacional", afirmó durante la presentación el comisario de la muestra, Asier Mensuro, destacando contribuciones como el cómic Dalí par Baudoin, realizado por Edmond Baudoin a raíz de una antológica del pintor. Las reflexiones de Miguel Ángel Martín sobre la cultura pop enviadas por el Thyssen, la versión robótica de La Gioconda, de Éric Liberge, y la serie Les fantômes du Louvre, creada por Enki Bilal sobre fotografías de los cuadros de Delacroix, fueron otras de las series señaladas por Asier dentro del bloque del Os museos e o cómic, el primero de los tres que componen la exposición, y que cuenta también con las piezas encargadas por Fundación Telefónica sobre su patrimonio artístico.

El trabajo de los ilustradores gallegos centra el segundo grupo de la muestra. Lo integran tres piezas de Miguelanxo Prado acerca de Da Vinci, una decena de interpretaciones de cuadros como El caminante sobre el mar de nubes, de Friedrich, realizadas por el coruñés Brais Rodríguez, y el cómic Pikiblinder, de Jacobo Fernández, cinco páginas que el dibujante creó a petición de Afundación tomando como base 26 de las obras de su colección.

Molido, de Leiro; El regreso del indiano, de Castelao; y Romería, de Lugrís, aparecen incorporados en esta historieta de Fernández, que aúna las distintas pinturas a través de un protagonista que debe afrontar varios peligros para completar su misión. La historieta del vigués convierte a Afundación en la primera institución española que encarga e incorpora a su patrimonio una obra de este estilo, que se complementa con los bocetos de sus viñetas, así como con la tormenta de ideas realizada por el autor para llevar a buen término su Pikiblinder.

Otra aportación del artista, un panel de retratos de Rembrandt que se metamorfosean en gatos, completa el rincón gallego de la exposición. Cierra la muestra un tercer bloque de "cómics no encargados por los museos, pero que tienen escenas relacionadas con la pintura" como las tres páginas sobre el Guernica, de Javier Olivares y Santiago García, y una curiosa recreación de La balsa de la Medusa cargada con los 100 personajes de los primeros números de la revista El víbora. El vínculo que establecen, un puente entre artes gráficas y obras de la historia universal, continúa un camino que el Louvre inició hace poco más de diez años al resaltar el valor el cómic con su propia colección, y que ha acabado teniendo su eco en A Coruña. "Las grandes artes del siglo XXI son híbridas, unas influyen en otras", aseguró al respecto el comisario de la muestra. "Los autores de cómic son artistas, y como tal tienen una mirada distinta sobre las cosas. Esa es la gran apuesta de esta exposición", concluyó.