Tono oscuro, letras existenciales y sonidos electrónicos. Es el nuevo camino por el que Havalina ha apostado para su último trabajo, Muerdesombra, un conjunto de nueve canciones con el que el grupo de Manuel Cabezalí pretende seguir innovando a pesar de sus quince años de carrera. El álbum, marcado por la ciencia ficción y la literatura, sonará desde las 22.00 horas en la sala Mardi Gras, adonde acudirá la banda madrileña en su gira de presentación.

- Nuevo disco, y con una idea clara: la ciencia ficción. ¿El concepto siempre estuvo claro?

-Fue surgiendo con las canciones. Empecé a trabajar con algunos sonidos de teclado que recuerdan a bandas sonoras de películas de ciencia ficción, y luego se mezcló con los libros que estaba leyendo entonces. Nos gustaba, sobre todo porque, cuando llevas tantos discos, intentas que cada uno de ellos tengan una idea clara que lo diferencie.

- Habla de literatura y hay que pensar en Brandon Sanderson. Jugó un papel importante.

-Para mí fue una inspiración. En Islas de cemento, las letras eran adaptaciones de los poemas de mi hermano. Yo llevaba unos años sin escribir, y con Muerdesombra quería hacerlo, pero tenía el problema de la hoja en blanco. Soy muy lector de literatura fantástica y siempre he tenido mi parte friki un poco aparcada cuando hago música. Ahora me apetecía ser un poco más yo mismo y aunar ambos mundos.

- ¿Fue difícil volver a componer?

-La verdad es que no. Sobre todo tiene que ver con encontrar el estado de ánimo.

- ¿Cómo debe ser?

-Creo que tiene que ver con estar muy en contacto con tu verdad, con las cosas que te pasan a ti y no con las cosas que te has comprado que le pasan a otro. Cuando te pones a escribir, es muy fácil caer en la complacencia, pensar en qué van a opinar sobre ti. Pero si quitas de en medio el miedo al rechazo de los demás, y te preocupas de quién eres, entonces es cuando estás en ese estado para hacer canciones.

- Ustedes van siempre a contracorriente. Será un camino complicado.

-Sí, pero también es una de las cosas que más satisfacción personal te producen. Cualquier fan de Havalina sabe que vamos a nuestro aire y que no hacemos nada de lo que hacemos por complacer. Eso te da una sensación de libertad muy agradable. También es verdad que el hecho de que esto no sea económicamente viable para nosotros lo hace más fácil, porque le quita presión a la parte artística. Lo peor que te puede pasar es que no ganes dinero, y eso ya está pasando [se ríe].

- Con Muerdesombra se han sumergido en sonidos más eléctricos, ¿cómo ocurrió?

-Yo siempre estoy pensando en la siguiente manera de hacer algo que no he hecho antes. Y, a medida que pasan los años, cada vez me intereso más por la música que es más inquieta y menos conservadora. Ha venido de ahí, de pensar cómo podemos romper el esquema.

- Otras cosas las mantienen, como el hábito de enlazar canciones. Lo han hecho esta vez con Alta Tormenta I y II , ¿por qué estas simbiosis entre temas?

-Porque nos gusta que los discos sean más que una simple colección de canciones, que tengan una idea de conjunto. Y también porque nos gusta despistar y que la gente no sepa bien dónde acaba una canción y dónde empieza otra. Salirnos de los clichés del pop.

- Y abrir puertas que no habían abierto antes, ¿a dónde les llevará esta?

-La verdad es que no lo sé. Yo estoy todo el día pensando en el siguiente disco y en cómo superarnos a nosotros mismos. Por ejemplo, Javier, el batería está ahora yendo a clases de canto, y nos haría mucha ilusión que en el siguiente disco él también cantara. Me gustaría hacer harmonías vocales, que es algo que en Havalina apenas hemos hecho, pero de momento no nos hemos puesto.