Comparsas y choqueiros regresaron ayer a la ciudad a través de las imágenes de José Carlos Fernández, que inauguró en el Art T Café (Santo Tomás, 28) su retrospectiva sobre el Entroido coruñés Mi exposición de carnaval, suspendida de un tendal. La muestra, más de medio centenar de fotografías de la fiesta de este año, mostrará hasta el 31 de diciembre a los visitantes una nueva forma de ver y vivir el festejo.

"Puedo estar dentro del desfile, y no fuera, como el resto de la gente. Se ven cosas que normalmente no podrías percibir", explica el responsable de la exhibición, que retrata, entre otros, los homenajes y los choqueiros de la calle de la Torre. Los propios integrantes de las comparsas que ha inmortalizado han sido los encargados de seleccionar las instantáneas que se exponen, y que cuelgan desde la pasada tarde en la cafetería como ropa secándose al sol. "Buscábamos algo fuera de lo normal. Las imágenes siempre están en marcos, pero nosotros las tenemos colgadas de cuerdas con pinzas, como si fuera un tendal", explica Fernández.

Ocupando un lugar especial en él, se encuentran los grupos de choqueiros. Sobresalen por encima del resto de escenas, mezcladas sin orden en el peculiar tendedero del fotógrafo, que ha escogido el color para la mayoría de sus instantáneas. Dos de ellas, el retrato de una abuela con su nieto en una comparsa, y una instantánea del Entierro de la sardina, tienen para Fernández un valor especial, así como los homenajes, la parte, en su opinión, más singular del entroido. "Es algo que nos distingue de otros carnavales. Una parte muy nuestra, que cada año le da a la fiesta un toque diferente", comenta el artista, que lleva desde 2009 retratando la fiesta coruñesa.

A lo largo de ese tiempo, José Carlos Fernández ha podido ver en primera fila la evolución del festejo. Actos que han desaparecido, "como el concurso musical que había el martes de Carnaval", permanecen ahora solo en sus series fotográficas, en las que también se incluyen celebraciones como San Juan. Las fiestas de agosto, sin embargo, no corren la misma suerte. "Me parecen demasiado largas. Tras la Batalla Naval, la calidad baja mucho", dice Fernández.

Mi exposición de carnaval, suspendida de un tendal, es solo una de las pruebas del compromiso del artista con la ciudad. Son más de cuatro décadas las que el vigués ha pasado viviendo en A Coruña, sobre la que decidió crear una página web hace once años, Ciudad de cristal. "Quería dar la información de forma cómoda. Es una guía cultural y de recursos telefónicos", cuenta el fotógrafo, que desea que sus proyectos cumplan además un objetivo más amplio.

El artista, con diversidad funcional, espera que su exposición demuestre la independencia con la que pueden desarrollarse las vidas como las suyas. "Me gustaría que la gente vea que podemos hacer las cosas que queremos y valernos por nosotros mismos" explica. Y añade: "Yo tengo un 36% de discapacidad y, hasta donde puedo, lo hago todo por mi mano".

Fernández confiesa que tiene "material para varias exposiciones", pero que la próxima exigirá trabajo. En uno o dos años, al fotógrafo le gustaría exhibir una serie sobre la ciudad, compuesta por avenidas y plazas vacías. "Quedan más limpias sin gente, pero hay que levantarse temprano para conseguirlas", cuenta el artista, que a comienzos del año que viene volverá a echarse a la calle para fotografiar el carnaval desde dentro. "Iré todos los años. Mientras pueda, no faltaré a ninguno".