El paso del tiempo, la vida y las relaciones personales se transforman en movimientos en el último espectáculo de la compañía Mal Pelo, que cerrará esta tarde con El quinto invierno el ciclo de TRCDanza. La obra, una función poética basada en el minimalismo escénico y coreográfico, estará a partir de las 20.30 horas en el Teatro Rosalía de Castro, donde mezclará baile, dramaturgia y música de la mano de sus creadores, Pep Ramis y María Muñoz.

El dúo de bailarines, fundadores la entidad, subirá al escenario su propio concepto de danza moderna y contemporánea. Los artistas no se sienten cómodos con el corsé que supone la etiqueta de un estilo, y prefieren entender su coreografía como una cuestión de movimientos, en los que tratan de profundizar en el pequeño gesto y su expresividad. "El término danza contemporánea no me gusta mucho, porque no significa casi nada. Nosotros hablamos más de trabajo de cuerpo, usamos el baile como eje central del lenguaje", explica Ramis, que define su espectáculo como "una obra poética", basada en el trabajo de Erri de Luca.

Las palabras del poeta, conocido de la pareja, fueron "el motor" de la obra desde el principio. El italiano creó "una partitura" alrededor de las ideas de los bailarines, que tomaron también como inspiración otros de sus textos sobre la idea central del espectáculo: el transcurso de la vida. " El quinto invierno habla sobre el paso del tiempo. Nos preguntamos sobre la relación entre nosotros, y planteamos cuestiones vitales", afirma el intérprete.

Para ello, la música y la escenografía suponen dos elementos esenciales. A lo largo de la obra, los artistas se mueven en "un espacio blanco" sin salida, en el que el desplazamiento de un muro "va comprimiendo y descomprimiendo" el área de interpretación, que encuentra en el sonido su respaldo. "La banda sonora nos apoya mucho dramatúrgicamente. A través de sus pasajes, tenemos pistas de la intensidad de cada parte del espectáculo", comenta el autor de la pieza, que señala a Alia Sellami y Niño de Elche como los responsables de un sonido que "envuelve al público".

Los ritmos de la cantante tunecina y los versos más flamencos del alicantino se ven acompañados en la obra por la propia ausencia de sonidos que, pese a no ser nunca absoluta, juega un papel destacado. Dice Ramis que su coreografía trabaja en esta ocasión con "el ruido del silencio" y con lo que se expresa cuando no se emite nada. "Los escritores dicen que es tan importante lo que se dice como lo que no. Lo mismo pasa con la banda sonora. Es importante lo que deja de sonar", afirma el creador de Mal Pelo.

El intérprete lleva ya casi 30 años al frente de la compañía. La fundó junto a Muñoz en 1989, y desde entonces ha tratado de buscar nuevos lenguajes, por los que la entidad ha recibido varios premios nacionales. "Trabajar con rigor" y "amoldar el cuerpo a las posibilidades de cada edad" son los motivos que el bailarín señala como claves para permanecer tanto tiempo sobre las tablas, en las que ahora tratan de llegar a los "movimientos esenciales". "Intentamos eliminar las florituras de la coreografía y contar lo que se quiere con lo básico. A veces ser sencillo es lo que más cuesta", explica el responsable de El quinto invierno, una pieza con la que han pasado por sitios como Francia y Canadá.

La revisión de una de sus piezas más antiguas, Bach, será su próximo objetivo. La compañía trasladará la obra inspirada en la música del compositor a un nuevo formato grupal, en el que se centrarán en "trabajar con cuerpos más maduros, que puedan comunicar sin tener que demostrar capacidad física". "El punto importante ahora es ese, trabajar desde la experiencia que dan los años".