La Banda Municipal de Música entra en la recta final del año con su tradicional concierto de Navidad, que ofrecerá esta mañana en el Palacio de la Ópera. A partir de las 12.15 horas, y con entrada libre, la formación llevará el espíritu de las fiestas a las partituras con un programa de villancicos y obras clásicas, el primero de este tipo para Juan José Ocón como director titular.

El guipuzcoano, que lleva cuatro meses al frente de la agrupación, ha querido arriesgar en su propuesta. El músico se ha decidido por un repertorio que define como complicado en su mitad inicial, en la que sonarán la Tocata y fuga en re menor de Bach y las danzas judías Gypsy dances. "Es una primera parte muy exigente, con piezas de más nivel. La banda lo afronta con un poco de tensión, pero también contenta con el trabajo que estamos haciendo", explica el director, que asegura que será una actuación "dedicada a todo el público" que les sigue.

La carga más navideña del concierto llegará con la segunda mitad, centrada en los villancicos. Los intérpretes del grupo encadenarán unos con otros para conseguir un enfoque renovado frente a las interpretaciones de años anteriores, que incluirá desde los temas más célebres hasta aquellos menos cantados. "Hay un montón de músicas. Puedes empezar con Adeste Fideles y terminar con otras piezas americanas menos conocidas", cuenta Ocón, que cerrará el año el próximo jueves con un último concierto a las 20.00 horas en el teatro Rosalía.

Para abrir 2018, la banda ha escogido a Johann Strauss. Sus melodías iniciarán un periodo especialmente relevante para la formación, que festejará entonces sus 70 años de actividad con un programa "cargado de ideas" y encuentros con intérpretes. "Vamos a tocar con gente con diversidad funcional, con grupos de niños de la ciudad y con la banda de Santiago, que también celebra su aniversario. Va a ser muy bonito tener a 80 músicos tocando juntos un repertorio que una sola banda no puede hacer", dice el intérprete.

En sus planes por la efeméride, la formación también incluirá dos giras. La primera tendrá lugar a nivel gallego, comenzando a finales de mayo, y estará seguida por un tour nacional para el que todavía no hay paradas ni fechas oficiales, pero que contribuirá a aumentar la visibilidad de la banda fuera de la ciudad. Se trata de una de las metas de Ocón, que se plantea medidas complementarias como la participación en el encuentro de bandas profesionales y amateur que se celebra en Madrid. "Aquí somos muy conocidos, pero poco a poco tenemos que salir. Si no salimos fuera no sabremos el nivel que tenemos", comenta el director.

El músico asegura que la altura de la formación es actualmente "de Champions". Le gustaría, con todo, "seguir creciendo", para lo que se apoya en el compromiso y la mejora de la calidad musical del conjunto. "La afinación la tienen, pero la tenemos que mejorar", dice el intérprete, que señala su decisión de convertir A Coruña en su lugar de residencia como una prueba inequívoca de su responsabilidad para con el grupo. "Rara vez encontrarás a un director que viva en la ciudad donde está con la banda u orquesta. Normalmente estamos una semana ensayando y luego nos marchamos. Ahí no hay un compromiso de crecimiento con el titular como el que tiene ahora mismo la Banda Municipal", afirma.

La hoja de ruta de Ocón se orienta, por tanto, a "llegar lo más lejos posible, en el menor tiempo" que se pueda. Para ello el director reconoce que es esencial subsanar los problemas de personal que denunciaba este verano la agrupación, y que ya han obtenido respuesta por parte del Ayuntamiento. "Los políticos se pusieron por la labor y ahora estamos haciendo las pruebas para las listas de sustitución", dice el titular del grupo, que cifra en 272 el número de candidatos. "Lo importante es que esas plazas se llenen y que podamos tener un mínimo para poder hacer el repertorio. Las bandas necesitan 50 músicos, no 40. Ojalá se pongan interinos. Con 6 personas dentro no tendríamos que pedir gente nunca más", concluye.