La flauta mágica, una de las piezas más populares de Mozart, se adapta al público familiar de la mano de Ópera Divertimento, que este domingo 14 de enero escenificará en A Coruña su versión de la obra, en el Teatro Colón a partir de las 12.00 horas. El cuento de hadas, príncipes y villanos del compositor austríaco se acercará a los espectadores como parte de las sesiones matinales del recinto, que volverá a acoger, al igual que el año pasado por estas fechas, una adecuación del libreto original accesible para los más pequeños.

Espectadores desde los 2 años podrán gozar del espectáculo. Se trata de una revisión de la primera versión de la pieza realizada por la compañía que, bajo el nuevo título de La flauta mágica, tu primera ópera, ha querido mejorar y modernizar su producción. "Es una de las primeras óperas que produjimos, hace ya 15 años. Necesitaba un lavado de cara", explica su director artístico, Miguel Ribagorda, que ha querido acercarse a los gustos actuales de los niños con una puesta en escena renovada.

El nuevo escenario incluye una pantalla con proyecciones audiovisuales que, coordinada con la interpretación de los actores, permitirá "que el espectador pueda ver más allá de lo que hay en escena". El bosque de la luz del Rey Sol y el de la oscuridad de la Reina de la Noche serán parte de la ambientación virtual que mostrará la agrupación, que ha añadido la figura del autor de la ópera para facilitar su comprensión de cara al público infantil. "Mozart introduce la obra, habla de ella y presenta a los cantantes", cuenta Ribagorda, que también emplea al compositor como elemento de cierre de la pieza.

La interacción del austríaco con los más pequeños protagonizará el último acto en el Colón, en el que el músico "invitará al teatro a cantar" alguno de los acordes más conocidos. En la pieza estarán presentes partituras como la popular aria de la Reina de la Noche, pero también otras como la de la princesa Pamina o el dúo de Papageno y el príncipe Tamino, ausentes en la primera versión del grupo.

Para hacer atractiva la pieza al público más joven, la compañía ha intentado que el resultado sea, ante todo, divertido. "Si queremos acercar la ópera a los chavales, la adaptación tiene que ser desenfadada", dice el director, señalando también la importancia de adecuar "el lenguaje del libreto a la narrativa actual". La historia que se cuenta en él, y las melodías creadas por el compositor para La flauta mágicaconvierten la pieza en una de las más populares para este tipo de espectadores, a los que "la ópera se les queda corta". "Hemos adaptado obras de Rossini, Donizetti... Pero Mozart es un referente. Tiene música fácil y pegadiza, y un argumentos de hadas y princesas que resulta ideal para el público familiar", comenta Ribagorda, que pretende que el espectáculo se convierta en la "primera aproximación a las voces líricas" de los asistentes.

La compañía lleva cerca de dos décadas persiguiendo ese contacto inicial con la ópera, tratando de hacerse un hueco dentro de una oferta cultural infantil "amplia" pero con tendencia a "arrinconar el teatro y la música". "Nos estamos perdiendo la oportunidad de abrirle a los niños un mundo muy interesante", lamenta el director artístico, orgulloso de aportar su grano de arena para tratar de remediarlo. "En 20 años que llevamos, hay chavales de nuestro público que se han hecho músicos. Nos gusta saber que dejamos esa huella para el desarrollo cultural de niños y adultos", alega.