Markus Muntean y Adi Rosenblum llevan trabajando juntos más de dos décadas. "Pasamos las 24 horas del día juntos, casi nos hemos fusionado", bromea la pareja de artistas, procedente de Israel y Austria, y que ahora vive a caballo entre las salas de los países que reclaman exponer su obra. El último de ellos ha sido el Museo de Arte Contemporáneo, responsable de traerlos esta semana a la ciudad junto a su muestra más reciente, This is not an exit. La exposición, que se inauguraba ayer en la sala coruñesa, se sumerge en la cultura popular para explorar la relación entre el parkour, las imágenes virales y el arte institucional a través de una selección de pinturas, que permanecerán en la galería hasta el próximo 16 de septiembre.

A las piezas, cerca de una veintena, les recorre el espíritu de las nuevas tecnologías. El universo de las redes sociales protagoniza las estampas de las series más recientes de Muntean y Rosenblum, Self(ie) Series y Viral Videos, en las que pasan a pintura retratos y fotogramas de los archivos más reproducidos de la red. "Lo de YouTube es un interés reciente. Nos llamaba la atención este patetismo, cómo estos vídeos banales se han convertido en grandes iconografías a través de las reproducciones", explicó la artista israelí durante la presentación de la muestra.

El "pathos" que genera esta dinámica, y "la relación amor-odio que tenemos" con los vídeos "que nos parecen una tontería" pero que aún así "miramos", es el pilar sobre el que se sostienen las escenas de la pareja, que retrata instantes de estos filmes con más de cien mil visitas en la red. Jóvenes en gasolineras, surfeando las olas o incluso el famoso gato que alza las patas cuando su dueño levanta las manos son algunos de los protagonistas de estas escenas capturadas en plena acción, en las que se hace hueco una de las prácticas más habituales de la actualidad: los autorretratos. "Decidimos hacer esta serie porque nos faltaba una de las partes más importantes, los retratos. Los de aquí son personas que nos han hecho un encargo. Les pedimos que nos manden un selfie, y los ubicamos en otra situación", explicó Rosenblum, que aseguró que se trataba de un modo de "cambiar el concepto" de los cuadros figurativos tradicionales. "El retrato trata de buscar la profundidad del ser. La modalidad del selfie es todo lo contrario. Nosotros cogemos el selfie como máscara y volvemos a investigar la profundidad de las personas", añadió.

Para ello, la pareja ha realizado varios cambios en su proceso de trabajo habitual. Muntean y Rosenblum se han decantado por pinceladas más sueltas y formato de gran escala, que contrasta con la pintura a tamaño real que solían realizar. El objetivo ha sido, de nuevo, el contraste. Llevar a un formato mayor las imágenes que normalmente vemos desde las pantallas de los móviles, y que, en esta exposición, se acompañan además de varias citas literarias. "Es otra forma de crear tensión. Contrastamos la banalidad de las imágenes con la forma más culta de la literatura", explicó la pareja, que ha empleado la última frase de la novela de Brest Easton Ellis, American Psycho, como título de la muestra.

This is not an exit es tanto una advertencia como un modo de entender el arte. Los artistas escogieron el título "aplicándolo a la idea del parkour", una práctica en la que han visto reflejado su propio trabajo. "Buscan salidas y recorridos donde no los hay", dijo Muntean, que entiende la frase del estadounidense como una referencia "a la situación que vive hoy el ser humano". "No estamos diciendo que no haya futuro, sino lo contrario. Fíjate en el muro. Si sigues por ahí no hay salida, hay que cambiar", afirmó.

A raíz de su vínculo con el parkour, la muestra contó además en su inauguración con una performance, realizada en la sala a modo de "cuadro viviente".