Más un centenar niños y niñas desfilaron en la tarde de ayer por el Palacio de la Ópera para intentar cumplir su sueño de participar en un gran musical. Se trataba de las pruebas de selección del elenco infantil del montaje de Sonrisas y lágrimas, que desembarcará en el auditorio de la glorieta de América entre le 26 y el 29 de julio.

"Es la primera vez que un musical de primer orden elige su reparto de pequeños en cada ciudad en la que actúa -explicó la directora de casting de la obra, Carmen Márquez, sentada al piano con el que probaba las voces y las dotes escénicas de los aspirantes-. Casi todos tienen formación y traen sus papeles bien aprendidos".

Que la noticia de estas pruebas corrió como la pólvora por coros y conservatorios lo confirman las nerviosas madres que esperaban en el exterior del auditorio a que sus retoños mostrasen sus talentos ante los críticos ojos del jurado. "Me enteré por la prensa y entonces se lo comenté a mis hijos, que estudian en el conservatorio -aseguró Raquel García, madre de dos aspirantes -. Dijeron que sí encantados y aquí están. Todo el mundo tiene la esperanza de que le seleccionen, pero ya les dije que pensaran que era muy difícil".

Su hijo Juan parecía no compartir este pesimismo y aseguró sin dudar que saldrá elegido y que no se puso tenso durante la prueba, aunque su aplomo fue una excepción entre los pequeños que, en general, no disimulaban su inquietud a la hora de interpretar una de las piezas del musical y recitar ante los directores de casting unas líneas del guion de la pieza.