Lo peor no es que esté próxima a la solemne tontería, sino que no conecte en absoluto con el espíritu de la obra original, que ya era un musical modesto pero agradable. Viendo esta versión que ha efectuado Will Gluck se revaloriza, incluso, la cinta original, nada extraordinaria, que dirigió en 1982 un John Huston muy poco encariñado con una cinta que se salía por casi todos los costados de su ámbito de influencia.

Apenas tiene que ver, por supuesto, con la mejor adaptación hasta ahora, la teatral de Broadway que cosechó nada menos que siete Tonys. Por todas estas razones no cabe otra respuesta que la decepción. Hay algunas secuencias, contadísimas, que están revestidas de un cierto encanto y un par de canciones bien apoyadas por las imágenes, sobre todo la muy popular Mañana, si bien en sus dos horas lo que prevalece es un clima de manifiesta ñoñería. Con el agravante de que todas las canciones se han doblado.

Eso sí, la pequeña que incorpora a la protagonista, Quvenzhane Willis, que fue nominada al Oscar por su excelente trabajo en Bestias del Sur salvaje, pone de su parte todo lo que puede, que no es poco. La novedad más destacable de la cinta de Gluck, que no olvidemos es responsable previo de dos comedias muy endebles, Rumores y mentiras y Con derecho a roce, es que la acción se ha trasladado a nuestros días en un intento, discutible, de conectar mejor con las nuevas generaciones.

También, y aquí tampoco ha resaltado la imaginación, se ha sustituido el orfanato en que vive Annie por un hogar de acogida. Es decir, Annie tiene padres vivos, aunque la abandonaron cuando era muy pequeña prometiendo, sin embargo, que algún día volverían a recogerla. Lo que sí es lamentable es haber asignado el cometido de Hannigan a una Cameron Diaz que no encaja lo más mínimo, de manera que las responsables de maquillaje han tenido que esforzarse en mostrarla fea y bastante estúpida. Un reto que la actriz nunca supera. Y como esencial decorado de la película el factor político, ya que Annie se convierte en pieza fundamental de la campaña del candidato a las elecciones de alcalde Nueva York.