Toda la historia transcurre en unas horas y en un único escenario, las instalaciones y el campus de la exclusiva y reservada Universidad de Middleton. Es fruto de la visita que efectúan a la misma una serie de personas entre las que se encuentran George y Edith, dos padres que tratan de convencer a sus hijos, Audrey y Conrad que les acompañan, de las bondades de una Universidad prestigiosa y sumamente costosa.

Fruto de que las circunstancias llevan a separarse del grupo tanto al padre de él como a la madre de ella y a los propios hijos es el hecho de que entre ambas parejas surja una amistad que se va concretando en sentimientos más que vivos. Lo que brota de esas pocas horas de convivencia es algo muy parecido al amor y lo hace con tanta intensidad que marcará para sus protagonistas un antes y un después.

Momentos como el de los padres haciendo un conato de obra teatral ante el resto de los visitantes, con un clarísimo y efectivo doble lenguaje, y la lógica explosión de afecto que se produce a medida que los corazones se expresan, dicen bastante de los alicientes de un producto que, pese a que atraviesa algunos desniveles, no es en absoluto ni vulgar ni rutinario. No se ha hecho justicia con su estreno en España, que ha sido casi un ejemplo de marginación, porque sin ser, desde luego, una gran película, sí tiene virtudes para haber merecido algo bastante mejor.

De ahí que obtuviera los premios del Festival de Boston al mejor actor y a la mejor actriz, Andy García y Vera Farmiga, y el galardón a la estrella en ciernes del Festival de Denver para Spencer Lofranco, formando parte asimismo de la sección oficial del certamen de Montreal. Y es que estamos ante una cinta con algunas dosis de encanto y de imaginación que representa el prometedor debut en la dirección de largometrajes del guionista Adam Rodgers, que ya había mostrado signos evidentes de su buen hacer como realizador en el corto Response, nominado al Oscar en 2010. Aquí, como coautor del guión, consigue dotar a los fotogramas del necesario vigor para que su propuesta nunca aburra ni se venga abajo.