En su expediente hay cosas que no brillan como sería de desear y sería, por eso, injusto exagerar sus virtudes, pero el que estemos ante una ópera prima y en un proceso de adaptación al cine de una obra teatral, concretamente la de Antonio Tabares, certifica el buen trabajo que, en términos globales, ha desarrollado un cineasta canario, David Cánovas, que sabía lo que tenía entre manos.

Mejor en la primera mitad que la segunda, que peca de un cierto esquematismo y de una afectación de los personajes que les priva de un parte de su naturalidad, la película se vale de los resortes del thriller y del drama para atraer la atención de un público que se siente involucrado en gran parte de lo que está viendo. La primera media hora es, en este aspecto, modélica y logra que entremos en materia sin la más mínima reserva.

El decorado es una empresa tecnológica, Tecnocentro, que atraviesa una situación especialmente delicada como consecuencia del suicidio en poco tiempo de tres de sus empleados, algo que ha llevado a sus responsables a elaborar un documento que precisa las causas del tema. La elegida para efectuarlo es una de sus mejores ejecutivas, Sofía, que aunque se muestra remisa en principio, acaba doblegándose a la autoridad de los jefes.

Para ello ha de trasladarse a las oficinas centrales y entrevistarse con las personas más allegadas a los fallecidos y con los que mejor los conocían. Para Sofía lo peor es que supone que deba volver a contactar con compañeros de antaño con los que no mantiene las mejores relaciones. Es en esa tarea, en la que salen a la luz episodios que desvelan el peso del sexo en la empresa, en la que menos lúcido ha estado el director y en la que la figura de la protagonista, que va entrando en materia con una mezcla de asombro y de rearme moral, denota su relativa fragilidad, sobre todo porque el desenlace está demasiado preparado.

Una pena porque la cinta demuestra que hay signos de una labor más que digna que no cristalizan del todo pero que movilizan las expectativas del director de cara al futuro. Labor correcta de los actores, que podían haber llegado más lejos.