Sin estar al nivel de sus mejores trabajos, entre los que figuran algunos tan interesantes como 'Italiano para principiantes' y 'An education', esta película pone de manifiesto las virtudes inequívocas del cine de la danesa Lone Scherfig, que ha contribuido en los últimos años a mejorar la calidad de la producción europea. Su descripción del Londres de la segunda guerra mundial, tanto en lo que concierne a los personajes como a un entorno social que sufre los desmanes de los bombardeos, desprenden un toque marcado por el encanto y por la sensibilidad, especialmente en lo que atañe a las mujeres, que llevan casi siempre la voz cantante. Hay que decir que Scherfig ha sabido sacar un partido más que loable de la novela de Lissa Evans en la que se inspira.

Con Gemma Arterton en el cometido esencial de Catrin Cole haciéndose dueña de la pantalla y justificando el progreso que experimenta su trayectoria, entramos de lleno en el fundamento de la cinta, que no es otro que conocer los entresijos de una campaña organizada por las autoridades británicas para fomentar el optimismo y la esperanza en unos tiempos tan terribles. Los medios de comunicación han aireado que rodar argumentos que promuevan la felicidad y que eleven la moral del espectador contribuye a mejorar el estado de ánimo y de ahí que hayan contratado los servicios de una guionista, la citada Catrin, para que aporte su grano de arena.

Para la protagonista será una prueba de fuego que a la postre ejercerá una influencia decisiva en su intimidad, puesto que su vida sentimental se verá seriamente afectada en las dos personas que están más cerca de ella, su novio y un escritor que participa en la redacción del guión. Aunque en el plano romántico y en el de comedia se podía haberse sacado más partido y hay algún personaje pasado de rosca, la película no desaprovecha la ocasión de diseñar un cuadro humano de indiscutible vigor y con resortes más que reveladores de un tiempo y de un lugar. Curiosamente, el argumento tiene que ver con 'Dunkerque' y con el rescate de millares de soldados aliados aislados en los días que siguieron al desembarco de Normandía, un tema que ha abordado en su última cinta el director Christopher Nolan.