No es todo lo brillante e imaginativa que podría haber sido, sin duda, por la tendencia a dulcificar en exceso la historia, pero a pesar de ello estamos ante una comedia dramática con dosis de encanto que se asienta con relativa firmeza sobre la profesionalidad de dos actores excelentes, la ganadora del Óscar por Annie Hall , la norteamericana Diane Keaton, y el irlandés Brendan Gleeson. Ambos contribuyen de forma decisiva a que las imágenes refuercen la humanidad de los personajes. Por otra parte es importante destacar que el guionista Robert Festinger se inspiró en hechos reales, en concreto en la figura de Harry Hallowes, un individuo ya fallecido que vivía en las inmediaciones del parque de Hampstead en una especie de cabaña de indigentes y cuya mayor afición era pasear por los cementerios, especialmente en el que acoge la tumba del Karl Marx.

Era, como suele decirse, un hombre que vivió como le vino en gana y esa circunstancia fue clave para que una norteamericana viuda, afincada en Londres, se fijara en él. Lo que parecía improbable es que ambos personajes, es decir Donald y Emily, iniciaran una relación afectiva desde posiciones económicas y culturales tan distantes. La mayor preocupación del director, un Joel Hopkins autor de tres películas, entre ellas la deliciosa 'Nunca es tarde para enamorarse' y 'Un golpe brillante', ha sido la de mostrar con precisión y sentido del humor a unos sexagenarios que, a pesar de lo que podría parecer, están muy lejos de haber escrito su últimas palabra en materia de amor y de futuro. Es más, ella tiene un sinfín de proyectos que ni siquiera su quiebra económica puede frustrar. Él se siente satisfecho con la cabaña en la que se cobija con su escrupulosa soledad. Ninguno de ellos podía concebir cualquier proyecto en común, pero desde que Emily lo observa bañarse con unos prismáticos y le hace una inesperada visita, todo su universo de afectos se convulsiona. Una historia de amor entre seres maduros, un argumento casi imposible hace pocos años en las esferas de Hollywood, que prospera contra todos los elementos, entre ellos los de unos vecinos clasistas infestados de prejuicios.