Hay momentos de humor impagables que la sitúan por encima de la habitual comedia costumbrista española, que es el género que la define y en este sentido sus logros mejoran los que su director, Nacho G. Velilla, consiguió en sus películas anteriores, en concreto en 'Fuera de carta', que fue su debut en el largometraje en 2008 y en 'Que se mueran los feos' y 'Perdiendo el norte' que, junto al thriller 'No manches Frida', componen el conjunto de su filmografía.

Aunque desigual y con algún desmayo en la inspiración y en el ingenio, no puede negarse a esta cinta su capacidad para hacer reír y su tono de burla y de parodia. Un equipaje nada desdeñable, más aún teniendo presente que es un producto coral con múltiples personajes, que permite asomarse a la actual realidad política del país con eficacia y mala uva. Los artífices, en buena parte, de todo ello hay que buscarlos, junto al propio realizador, en un cuadro de actores muy vasto y eficiente, encabezados por una Carmen Machi notable y con la innegable sorpresa de Leo Harlem, un habitual de 'El Club de la Comedia', que saca un buen partido del alcalde del pueblo.

Lo curioso del caso es que el argumento está inspirado en un caso real, ya que hace unos años el Gordo de la Lotería de Navidad cayó, en efecto, en una pequeña localidad, con una mayoría de participaciones adquiridas por las chicas del club de alterne. Es como si los hombres del pueblo, que eran frecuentes clientes del Club Momentos, debieran pagar un peaje para poder cobrar el importe del premio, nada menos que 80.000 euros. Una circunstancia que de efectuarse, supondría delatar a unos esposos adúlteros y comprobar cómo la vergüenza y la reprobación de sus vecinos cae sobre todos ellos. Aún así, no es difícil imaginar la decisión, aunque para ello necesiten elaborar una estrategia porque solo tienen un plazo máximo de tres meses antes de que los billetes premiados caduquen.